✳El Dulce Dolor De Amarte [KaiSoo]✳

✴Sorpresa✴

KyungSoo, llegó a la cafetería misma que ya se encontraba abierta.

—Buenos días, Tao-sshi~

—Buenos días, Soo-hyung.

Ambos se dispusieron a limpiar y ordenar todo como todos los días. Cuando hubo de estar limpio todo el local, estaba listo para ser abierto.

—Buenos días~ —entra un chico rubio, alto, con cara de mafioso.

—Buenos días, ¿lo de siempre, joven Wu?

—Sí, por favor, Tao.

KyungSoo sonrió porque sabía que había algo más entre esos dos que sólo una relación de "cliente y mesero". Fue a la cocina a preparar pastelillos y demás cosas, pero algo se le hizo raro.

—Tao, ¿BaekHyun va a venir hoy?

—No. Llamo y dijo que estaba ocupado el día de hoy y que no estaría en su casa. —el Panda corto una rebanada de chocolate y se la dio a Kris.

—¿No estaría en su casa? Tal vez fue a visitar a un pariente. —le resto importancia y siguió con su trabajo.

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En la tarde.

KyungSoo y Tao estaban por cerrar, pues su reloj marcaba las 6:00 de la tarde y eso significaba el fin de su jornada.

—Nos vemos, hyung, cuidate. Me saludas a Kai-hyung.

—Kai no vendrá a dormir hoy, Pandita. Se quedará en la oficina.

—Que raro... Según yo, no puede quedarse nadie en alguna oficina. Bueno, nos vemos mañana. —se despide de él y se va caminando.

Al llegar a su casa, entra sin ningún ánimo aparente. Claro, ¿a quién le agradaría llegar a casa sin nadie que te espere? Subió las escaleras lentamente, había comido con Tao así que no tenía hambre y sólo se dirigió a su habitación.

Se tumbó en su cama y sin darse cuenta se quedó dormido. No entendía el porqué le dolía el pecho, pero suponía que era por cansancio y no por otra cosa.

Cuando despertó, se puso su abrigo y decidió ir a dar una vuelta por el parque.

—Que clima tan lindo...

Con forme avanzaba miraba todo y parecía un niño pequeño admirando cada detalle. Pero, freno en seco al ver una silueta demasiado conocida como para confundirla, caminando felizmente con otra persona un poco más bajita, tomados de la mano.

No lo podía creer, simplemente lo miraba y aún no lo creía.

¿Qué hacia Kai en el parque si supuestamente estaba trabajando en la oficina?

¿Qué hacia tomado de la mano con otro chico?

¿Qué era lo que pasaba exactamente?

¿Por qué su marido le sonreía como idiota enamorado a aquel hombre?

—Kai... —sus lágrimas comenzaron a caer y sólo pudo salir corriendo de ahí para encerrarse en su cuarto y pensar que todo lo que vio no es real— Cálmate, KyungSoo, debiste ver mal.... Claro, Kai nunca te engañaría, nunca.