Capítulo 1.

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-¿¿¡¡COMO QUE AÚN NO HAS PREPARADO TU MALETA!!??- Gritó Britanny, abriendo bruscamente la puerta de mi habitación.
-¿Puedes...bajar....un poco...la voz...?- Le dije con un hilo de voz. Anoche habia sido una gran noche, y apenas pude dormir dos horas.
-¡¡ESO TE PASA POR IR A FIESTAS LOS DÍAS QUE NO DEBES, COURTNEY!!- Gritó nuevamente la rubia, regañandome.
-¿Por qué no vas a molestar a mi hermana, que todavía no se ha levantado?- Le pregunté mientras me desperezaba, aún en mi cama.
-¿Crees que no lo hice? Pero Marcie, a diferencia tuya, ya se ha preparado la maleta.- Dijo mientras, cogía mi maleta y la colocaba sobre mi cama.
Comenzamos a guardar la ropa, los accesorios y demás cosas.
Mañana partíamos rumbo a París, y por suerte, nos vamos las tres solas, como en los viejos tiempos.
Lamentablemente, Britanny y mi hermana, Marcie, me han hecho hacer un juramento que consistía en no liarnos con chicos.
Como ellas saben, no soy una chica que se enamora fácil. Yo pienso, que para enamorarse, deben conocerse desde hace tiempo, saber quién es la otra persona. Pero, todo esto, no quita que yo no sufra por amor, porque, cada vez que me enamoro y no soy correspondida, es como si mi mundo se derrumbara, lo sufro mucho.
Solo me he enamorado dos veces en mi vida, de las cuales una sola fui correspondida.
Por eso mismo, este viaje será solo de chicas. Vamos a fortalecer nuestra amistad, como nunca antes.
-¡SOLO FALTAN HORAS CHICAS!- Gritó Marcie, quien no podía quedarse quieta de la emoción.
-¡¡¡Ay siii!!! No puedo esperar más.- La acompañó Britanny.
-¡PARÍS, ALLÁ VAMOS!

Ya no soportaba mas a mis compañeros de clase. No dejan de hablar de cuántos minutos faltan, cuántos segundos faltan.
Por esa razón, silencié el grupo de Whatsapp y envié al grupo de mis amigos, el cuál se llama "Los trillizos", un mensaje que decía "¿Siguen con la idea de que no va a haber chicas en este viaje?¿Qué gracia tendrá?".
Yo quiero muchísimo a mis amigos, y haría cualquier cosa por ellos, pero ¿irnos un mes de viaje sin chicas? Han enloquecido.
Sonó mi movil, indicandome que habia recibido un mensaje del grupo "Los trillizos".

-Austin, siempre estamos con chicas. Una vez en tu vida, que puedes aprovechar el momento de hacer un gran viaje con tus amigos, ¿Vas a desperdiciarlo, pasándotela de cama en cama?.-Félix

Ellos no entendían que mi idea no era pasarmela con chicas, solo un poco de diversión con ellas.
Pero, si les sigo insistiendo, se molestarán. Por eso, decido seguir con su "pacto".

-Okay. Muchachos, ¿Quieren que los pase a buscar, para ir al aeropuerto?.- Austin

-¡Genial! De no ser por tu propuesta, debía irme en bus.-Franchesco

-Claro, ¿A qué hora vienes?.- Félix

-A las 21:00 paso por ti, Félix, y luego pasamos por ti, Franchesco.-Austin

Luego de hablar con mis amigos, fui hacia la cocina para merendar. Allí se encontraban mis dos hermanas, Rommie y Sam, tienen quince años y dentro de un mes, el mismo día que vuelvo de viaje, cumplen dieciséis.
No somos los típicos hermanos que se llevan bien, y todos estamos felices comiendo perdices, pero tampoco nos llevamos mal.
-¿Quién quiere tener el placer de prepararme la última merienda, antes de que me vaya de viaje?.- Les pregunté, mientras tomaba asiento.
-Nadie.- Me respondieron al unísono.
-Me van a extrañar, lo sé.- Dije, mientras me encaminaba hacia el refrigerador.
-Hermanito, tu eres el más lindo de la tierra de toda las tierras terrenales que pueda existir en este mundo porque tu belleza cautiva hasta a los pájaros, con ella podrían hacer esculturas, porque tu eres la perfección, no tienes ni un gr....- Comenzó a alagarme Rommie.
-¿Qué quieres, Rommie?- La corté.
-Pues...ya sabes que tu te vas de viaje...y pues...tu habitación no estará habitada...-Hablaba, pero no llegaba a ningún lado.
-Ve al grano, ¿qué es lo que quieres?- La corté, nuevamente.
-¡QUE QUIERE TU HABITACIÓN!- Gritó Sam.
Sabía que iban a querer ocupar mi habitación, ya que, ellas la compartían.
-No.- Les dije en un tono seco, para luego encaminarme al jardín.
-Por favor...Austin...- Suplicaban ambas, mientras unían sus manos, como si estuvieran rezando.
-No.- Les dije, otra vez.
-Danos una justificación.- Pidió o mas bien, exigió, Rommie.
-Primero porque es MI habitación y ustedes ya tienen una. Segundo, si la dejo en sus manos, cuando vuelva, va a estar todo con olor a niñitas.
-¡No somos niñitas!- Exclamó Sam, mientras se cruzaba de brazos.
-¡Ja!- Largué una carjada.- Como les decía, tercero, ordenarían mi habitación y eso, automáticamente, hace que deje de ser mía. Por eso, mi respuesta es no.- Les dije, mientras terminaba de comer mi sandwich.
-¡ERES UN MALDITO HIJO DE PERRA! NUNCA PRESTAS NADA.- Gritaba Rommie.
-Sabes una cosa, hermana, él- Dijo mientras me apuntaba con el dedo índice.- no va a estar aquí para decirnos si podemos usar sus cosas o no. Asique, dejemos de pelear, si luego se la vamos a usurpar igual.- Habló la mocosa de Sam.

Por un lado tenían razon, yo me iba a ir por un mes y la habitación iba a quedar vacía, pero no iba a darles la razón. El orgullo esta antes de todo, ¿no?

-¡AUSTIN TURNER STEWART, SI LLEGO A ESCUCHAR UNA QUEJA MAS, DE PARTE DE TUS HERMANAS, NO VIAJAS A NINGUN LADO! ¿ENTENDIDO?- Salió mi madre al jardín, mientras gritaba.
-PERO MAMÁ, ME QUIEREN ROBAR LA HABITACIÓN Y QUE YO SEPA, ESAS DOS MOCOSAS YA TIENEN UNA HABITACIÓN QUE PUE...- Le contestaba, también gritando.
-¿Mocosas? ¿Escuche bien?- Me cortó, y se detuvo frente a mí.
-Fue...solo....el impulso...- Intenté excusarme. Cuando mi madre decía que iba a hacer algo, realmente lo iba a hacer.
-Mi impulso va a ser, cancelar el viaje. Yo que tú, controlo más mis "impulsos".- Y dicho esto, se dirigió dentro de la casa.

-Las voy a extrañar mucho, lo saben, ¿no?- Nos dijo, Mathew, cuando estabamos por subir al avión.
Mathew era nuestro mejor amigo, nos conocimos un día en un recital y desde allí nos hemos
seguido juntando, y todo eso, hasta que se convirtió en una de las personas mas importantes de nuestras vidas.

-Te queremos mucho, colibrí, y nosotras también te extrañaremos.- Le dije, mientras, con Brittany y Marcie, lo abrazabamos.

-Espero que no se olviden de mi...- Decía mientras, lágrimas caían por su rostro.

-Por supuesto que no, tontín.- Le respondió, la rubia.

-Nos mantendremos en contacto, ¿Okay?- Le tranquilizó, Marcie.

-Eso espero, mis niñas, eso espero.- Suspiró, para luego, liberarnos, y así, poder subir al avión.

Por fin ha llegado el día, una gran aventura está por comenzar.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2017 ⏰

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