—¡Aaaaaaah!Los alumnos que pasaban por ahí eran ajenos a aquellos quejidos y gritillos que daba un estudiante de primeros ciclos.
Era común verlo con moretones en su brazo y uno que otro rasguño en su rostro. Por eso la mayoría de su clase no se juntaba con él, temían que el emisor de estos ataques pudiera tomar represalias hacia ellos.
—Para, por favor...pa-para— decía Ryeowook con voz apenas audible.
—¿Por qué debería hacerlo?
—Por-porque tú...no eres así.
Imágenes y recuerdos vinieron a la mente de Yesung, ese chico que iba a mitad de carrera universitaria y con quien nadie quería tener ningún problema.
Yesung, ese maldito apodo significaba lo peor para Ryeowook.
—Jo...Jong...woon — susurró el menor al ver que Yesung se había quedado estático, con la mano en alto frenando el golpe que le iba a dar en plena mejilla.
Jongwoon.
El menor amaba poderle llamar así, pero ya pocas veces eran las que podía pronunciar ese nombre. Esas veces siempre eran como esas, en medio de golpes. El mayor solo frenaba su furia cuando Ryeowook le llamaba como antes...como cuándo ambos eran mejores amigos.
¿Cómo pudo todo irse al diablo?
¿Cuándo fue que los dos habían dejado de solidificar su amistad?Ellos lo sabían. Sin embargo, lo que tenían en mente eran cosas erradas, confusiones, ideas que eran falsas.
Jongwoon había conocido a Ryeowook cuando apenas era un niño. Le había cuidado y protegido como a cualquier infante, como a cualquier pequeñito. Habían jugado fútbol juntos, le había enseñado a jugar en la consola, habían hecho juntos los deberes y hasta practicaban inglés para estar a la par.
Jongwoon quería mucho a Ryeowook. A la tierna edad de 10 años, el mayor pensó que el cariño que sentía por Wook era el de un gran amigo: su mejor amigo.
¡Cuán equivocado estaba!
Seis años después, al pasar la pubertad y los años cruciales de la adolescencia, Jongwoon supo que lo que sentía por Ryeowook no era solo amistad.
Cómo podría serlo cuando, en sueños, lo tenía a su merced acariciando su rostro y besando cada tramo de su piel.
¿Amigos?
¿Era normal soñar que tu mejor amigo te estuviera ayudando a bajar un empalme?
Jongwoon ya no sabía qué hacer con sus dudas, con el descubrimiento de su sexualidad.
Ok, él lo había admitido.
Era gay y quería algo más allá de una amistad con Ryeowook.Por eso, cuando el menor llegó a su casa con las mejillas sonrosadas, la respiración al borde y la frase: "Tengo algo que confesarte y tiene que ser hoy, ya no puedo ocultártelo más tiempo" , supo que él también ya no podía seguir ocultando el sentimiento.
Ryeowook sentía una llamarada de vergüenza acunar su rostro en cuánto estuvo a punto de soltarle la verdad a su mejor amigo.
¿Amigo?
Él ya no podía con esa palabra. Quería que Jongwoon le besara, le confirmara que era correspondido pero, a la vez, se sentía con miedo, ese temor de verse rechazado no solo a su amor sino a su orientación sexual.
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Sinceridad ➸ Yewook
FanfictionConflictos que solo pueden solucionarse cuando, por fin, Ryeowook y Jongwoon deciden hablar con sinceridad. {One shot}