•Primera Misión•

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Oficial Yamazaki Sousuke al volante, su primer día fuera de las paredes de la agencia de policías. Ya había salido de su entrenamiento y estaba listo por salir a la acción.
Dos criminales habían robado la joyería cerca de la Universidad de Tokio, en un auto deportivo súper lujoso.

🐋-¡Por fin algo de acción!

Kisumi Shigino, supervisando al Oficial detrás del volante, algo intrigado de ver a su compañero en acción.
Pues en el entrenamiento siempre ponía mucho su empeño, trabajaba con tanto esmero; algo que le hacía falta a la seguridad del país.

🐺-Será mejor que tomes la calle 84 para así llegarles por en frente y cubrirles el paso, hasta seguirlos a pie.

A Sousuke no le agradaba para nada que le dieran órdenes. Pero no podía reclamar o si quiera quejarse, sería retirado. Palabras como "Si no te gusta, vete" vendrían en camino en caso de llegar a quejarse.
Pisó el acelerador, e inmediatamente el pedal del freno, girando el volante por completo; logrando así una maravillosa vuelta a la calle indicada por su mayor de rango.
Logró taparle el paso a los criminales, haciendo que salieran del auto con el maletín con dinero y joyas.

🐋-Já, tenías razón. Ahora es mi turno.

Salió disparado del auto, con su arma en mano.

🐋 -Será mejor que traigas tu arma, no creo que ésos idiotas sean lo suficientemente imbéciles cómo para no portar sus arm...

Y en ése momento Sousuke fue sorprendido por una dolorosa bala en su hombro derecho, justamente en la unión de huesos.

🐺-¡Maldición! ¡Alto ahí, las manos donde pueda verlas, pedazos de mierda!

Exclamó Kisumi.
Cuatro malnacidos eran los ladrones. Sousuke no se dio por vencido, corrió, se detuvo, y apuntó en las piernas de uno, provocando que colapsara y a su vez los otros tres cayeran debido a la caída del ahora lastimado criminal.

🐋-¡Bingo! Vamos Shigino, qué estás esperando.

Golpeó a uno en el rostro, noqueó a uno y se puso sobre otro, dejando que Kisumi los esposara a todos. Y meterlos a la patrulla.

🐺-Yamazaki, debo decir que fuiste imprudente, tontito, debiste esperar a que yo saliera también, y así ayudarte, tuviste suerte de no ser abatido por muchos disparos.
Debes aprender a trabajar en equipo. Se debe de tener estrategia, es-tra-te-gia. Pero... Jé, lo hiciste bien. Te espera un reporte y bitácora de ésto mañana en mi oficina. -Suspiró- Ahora vamos a llevar a éstos imbéciles al corralón, y a curarte esa herida.

🐋-¿Qué dijiste, imprudente? Pero... Huh, tienes razón, debí esperarte. Pero los criminales no esperan, se van. Y yo lo impedí, sin mí ellos probablemente ya se habrían esfumado de nuestras narices, esta herida representa el costo de un buen trabajo en la primera misión.

Subió a la patrulla. Un rostro de dolor y molestia se manifestaba en su rostro, pero a su vez se podía percibir la cara de satisfacción de haber hecho algo bien en su primer día.

«No necesito aprobación de nadie, pero... ¿Qué pensará de mí? Ya mencionó que lo hice bien, pero no fue suficiente, no para mí. Quiero llegar a sorprenderlo, que me diga que siempre quiere que yo sea su pareja. Yo quiero... Lo quiero... »

•Patrullando nuestro amor.•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora