Capítulo único.

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Su día había empezado con completa tranquilidad, de vez en cuando aplicando su tan conocido Kamikorosu a aquellos herbívoros molestos que perturbaban la paz en su territorio, hasta que eso paso.

Había estado patrullando en completo silencio los alrededores de namimori, justo en ese momento le había tocado pasar cerca del hogar del omnívoro de Sawada, no recordaba la última vez que había podido verlo, ya que después del regreso de su tutor el carnívoro lo había mantenido encerrado estudiando, la idea de visitarlo le había resultado extrañamente atractiva, sin embargo desestimó aquél extraño pensamiento, no tenía tiempo para estupideces.

Fue justo en ese momento que un ¡Hiiee! Seguido por un voy a matar a ese idiota se escucharon por toda la calle, no había dudado ni un segundo en saltar los muros de la residencia con intención de averiguar qué le había sucedido al casta... Es decir, con intención de morder hasta la muerte a Sawada Tsunayoshi.

Lo que sucedió después de su repentina intromisión en el dormitorio ajeno sucedió tan rápido que ni siquiera Reborn pudo verlo venir, la bazooka de los diez años había caído sobre Hibari, activándose accidentalmente y ocasionando que el miedo de Giannini no hiciera más que crecer al ver al adolescente desaparecer en una nube rosa sin dejar rastro o a su contraparte adulta en su lugar.

Es así como, para desgracia de Kyōya, se encontraba cara a cara con su yo adulto, más específicamente de diez años en el futuro, la metálica y afilada mirada del azabache mayor sólo mostraba completa irritación al percatarse de la molesta situación en la que su yo más joven se había metido, bien dice "él" que de joven era idiota.

–Veo que finalmente esto esta pasando...–La amarga expresión del menor sólo se acentuó al comprobar que aquél frente a él había previsto esa penosa situación.

–Cinco minutos y podré matar a todos los habitantes de la residencia Sawada, exceptúan a la herbívora madre del omnívoro–Fue toda la respuesta que recibió el Juunen-Hibari.

–Sí, claro has eso y termina de quedarte sin amigos... Creeme cuando te digo que te arrepentirías.

La sonrisa burlona del mayor no  le gustaba en lo más mínimo al prefecto, es decir, ¿Desde cuando él consideraba a los herbívoros molestos como iguales? O más específicamente, ¿Amigos? Eso nunca pasaría.

–No necesito amigos ni sentimientos herbívoros, eso solo da problemas–El desdén en la fría expresión del más joven irritó al guardián de la nube.

Hibari Kyōya se conocía lo suficientemente bien como para saber que su versión adolescente hablaba en serio, no por nada había estado a punto de perderlos a todos, y era por que se conocía que intentaba advertirle, su yo joven era un problema.

–Ya veo, aún te sigues comportando como un niño, ¿Sabes? Es esa actitud lo que puede costarle la vida a él.

Kyōya adulto observó divertido como el más joven se tensaba, ambos sabían quién era lo suficientemente importante como para preocuparles, aún así dudaba que su yo joven desistiera de su idea de independencia e individualismo, vaya que era infantil.

Doppelganger Dispute.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora