Capítulo 1

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Capítulo 1

Se despertó un lunes por la mañana —como era costumbre —. Talló sus ojos, se levantó y se dirigió al baño para ducharse. Cuando sintió el agua caliente caer poco a poco por su cuerpo se relajó y comenzó a despertar completamente.
Cuando terminó de ducharse se dirigió a su cuarto para poder secarse y cambiarse. Bufó al ver que se estaba quedando sin ropa para combinar así que decidió ponerse algo sencillo: Unos jeans azules que le llegaban al tobillo, una sencilla playera roja y unos vans negros.

Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina para desayunar algo ligero ya que no tenia tiempo de prepararse algo más elaborado porque ya iba tarde, por lo que sólo se sirvió un plato de cereales.

Al subir a su BMW azul, encendió el motor y arrancó un poco más rápido de lo normal. Para relajarse un poco encendió su estéreo y puso su CD de "The Beatles". Se arrepintió al instante; ya estaba harto de ese CD, prácticamente ya se había aprendido hasta el orden de las canciones. Suspiró pesadamente y decidió poner la radio —cosa que nunca hacía ya que la música que pasaban ahí le parecía demasiado comercial para su gusto.
Muuuuuy buen día a todos ustedes!" Comenzó a sonar la voz de un desconocido "¿Cómo los está tratando esta mañana de lunes?, Espero de verdad muy bien. Amm, por acá nos están llegando muuuchos mensajes pidiéndo canciones, mandando saludos..." Continuó hablando esa alegre y suave voz. Louis se quedó quieto, como hipnotizado por aquel hermoso sonido que salía de ese pequeño cuadro negro, fue como haber escuchado la mejor melodía. Esa voz era ronca, suave, tan calmada y lenta... Sin duda podría seguir escuchándola toda la mañana.
—¡OYE, IMBÉCIL! -escuchó un grito detrás de él acompañado de varios claxons sonando al mismo tiempo, rompiendo el hilo de sus pensamientos. Genial, pensó. Se había quedado parado en medio de la calle impidiendo el paso a los demás coches. Quitó el estéreo y volvió a acelerar.

Durante todo el camino hacía su trabajo no pudo dejar de pensar en aquella majestuosa voz. ¿Cómo podía ser tan tonto como para caer ante menos de veinte palabras de una persona? No, pero aún ¿cómo podía ser tan tonto para caer ante menos de veinte palabras de un desconocido, alguien a quien nunca en su vida había escuchado y mucho menos visto?

Al llegar a su trabajo se estacionó en su lugar habitual y bajo de su coche.

Louis trabajaba en una empresa de fotografía. Le gustaba mucho su trabajo, o bueno, mejor dicho se podía decir que estaba conforme. Además, era el jefe y por ende tenía demasiado dinero y nadie le daba ordenes ¿qué más podía pedir? "Amor, tener a alguien a tu lado" Se burló su subconsciente a la que calló rápidamente. Él era Louis Tomlinson y no necesitaba de nadie, ¿cierto?

—Buen día Lou —saludó Eleanor, su secretaria con una sonrisa mientras tomaba un mechón de cabello entre sus dedos.

Eleanor llevaba más de un año intentando salir con Louis, incluso cuando esté le había dejado en claro que no estaba interesado.

—Buen día, Eleanor —saludó él castaño intentando forzar una sonrisa que terminó siendo una mueca.

—¿Quieres que te lleve un café a tu oficina? —preguntó la chica mientras jugaba con su cabello.

—Claro, gracias —respondió el castaño mientras se dirigía hacía su oficina —. Oh, por cierto Eleanor, ¿no a llamado el señor Lewis? —preguntó el castaño.

—Sí, llamo hace un rato. Dijo que tenía unos asuntos que resolver y que no iba a poder venir el la de hoy, pero sin falta vendría mañana —respondió la chica.

—Oh bueno, gracias —respondió Louis mientras se metía en su oficina.

El señor Lewis era un cliente demasiado importante para Louis puesto que este tenía los mejores modelos de Londres. Gracias a él Louis era conocido en el mundo de la fotografía. Además de que la paga a cambio de unas buenas fotos era bastante buena. No, mejor dicho era excelente. Sin duda la gran parte (sino es que toda) de las ganancias que tenia Louis se debían a él, por eso no podía quedarle mal.

Al entrar a su oficina sin tener nada en que entretenerse ya que el señor Lewis no asistiría con el ese dia comenzó a pensar en la hermosa voz de en la mañana, ¿y si se lo había imaginado? Pensó. No, no se lo pudo haber imaginado, había sido real, la había escuchado. "¡Demonios!" Soltó un golpe a su escritorio mientras se levantaba para dirigirse hacia la puerta.

—¿Vas a salir? —preguntó la castaña.

—No es asunto t... Ahora vuelvo —contestó el castaño con el tono más gentil que pudo.

Al salir, se encaminó hacia su coche y se metió en el. Encendió la radio con desesperación y comenzó a cambiar frenéticamente las estaciones. 78.5... 78.9... 85.2... ¡85.6!

"¿Vieron que esta algo calurosa esta mañana? Me encanta como va iniciando este día. Muchas gracias por seguir comunicándose con nosotros..." Comenzó a sonar esa hermosa voz... No se lo había imaginado, claro que no. Sin duda su mente nunca hubiese sido capaz de producir tan semejante obra maestra.
Necesitaba hacer algo, necesitaba saber a quien pertenecía esa voz, necesitaba decirle a esa persona cuan hermosa era su voz... ¿Y si enviaba un mensaje? No, Louis controlate, se dijo a si mismo. ¡A la basura el control! Tomó su teléfono y se puso a buscar el número de la estación. Cuando por fin lo encontró sonrió como un niño pequeño cuando le regalan un caramelo.

[ 7:35am: Enviado a Cabina 85.6:
"Tienes una voz increíblemente hermosa''. ]

Escribió con miedo, ¿y si lo leía en voz alta, mientras estaba al aire? Borró el mensaje tomó aire y comenzó de nuevo.

[ 7:35am: Enviado a Cabina 85.6: ''Haces que quiera quedarme toda la mañana en el coche sólo para seguir escuchando tu voz tan hermosa''. ]

Tomó aire y dio en "enviar"

"Y por acá nos siguen llegando sus mensajes. Veamos que nos escriben..." Comenzó a sonar de nuevo la hermosa voz. ¡No! Pensó Louis, ¿sería capaz de leer el mensaje en voz alta? No, no, no... ¿Porqué había hecho semejante estupidez?
"Y bien, empecemos. Amm, aquí está uno y dice: Haces que quier..." La hermosa voz se detuvo, terminó de leerlo. Hubo un breve silencio, ¿terminaría de leerlo? Volvió a pensar Louis ahora más nervioso.
"Haces que quiera dejar de escucharte porque no pones buena musica " Terminó de leer el mensaje. "Nos dicen por acá. Ohh, muy bien, ¿quieren buena música? Les dejo esta canción que es realmente buena y después nos dicen si se quieren ir " Dijo aquella voz ronca con un tono divertido.

¿Qué? Louis se quedó confundido. Ese no era el mensaje que el había enviado. ¿Por qué lo había cambiado?
Bueno, al final de cuentas era lo que quería; que no lo leyera en voz alta. De pronto comenzó a sentirse.. ¿enfadado? ¿Por qué diablos no lo había terminado leer? En ese momento sonó su teléfono, sacándolo de sus pensamientos y de su absurdo enfado.

[ 7:38am: Cabina 85.6: "¿De verdad? Pues quedate y sigueme escuchado ;)." ]

Lost Memories |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora