Capítulo 16

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NARRA CAMILA:

Me pasé toda la noche pensando en lo idiota que había sido con Lauren así que decidí levantarme temprano para preparar un desayuno de disculpa.

Preparé unas tortitas con Nutella, café y zumo natural de naranja. Dejé el bote de Nutella en la mesa porque sé que a Lauren le encanta la Nutella. Salí al jardín de la casa, allí había flores preciosas.

Me daba pena cortarlas, pero cogí algunas y las puse en un jarrón con agua. Lo puse todo en la mesa que había en el jardín y escribí una nota en la que ponía ''Eres lo mejor que me ha pasado, siento haber sido una idiota y gracias por aparecer en mi vida. Te adoro.''

Sonreí al ver la mesa y me dirigí hacia el salón para despertar a Lauren.

Comencé a darle pequeños besos húmedos en el rostro y bajé hasta llegar a su cuello. Ella no paraba de soltar pequeños suspiros.

- Mmmm. - Se quejó Lauren.

- Buenos días... - Susurré en el cuello de Lauren.

- ¿Qué haces, Camila? - Dijo Lauren girándose y dándome la espalda.

Notaba que aún estaba muy enfadada y lo entendía pero quería arreglarlo.

- Tengo una sorpresa para ti, mi amor... - Dije acariciándole la cintura por encima de la manta.

Lauren gruñó y se levantó del sofá.

- Voy a ducharme. - Dijo sin más y salió del salón en dirección a la ducha.

Una lágrima resbaló por mi mejilla pero me la limpié corriendo.

Cuando Lauren hubo salido de la ducha la vi ir a la cocina para coger las llaves de su coche.

La miré extrañada.

- ¿A dónde vas, amor? - Le pregunté cuando sentada en la mesa que había preparado mientras Lauren salía de la casa sin ni siquiera mirarme a mí o al desayuno que había preparado.

- Voy a dar una vuelta. - Dijo simplemente. Se montó en el coche y se fue sin más.

Me quedé rota mirando como el coche de Lauren se iba.

Comencé a llorar.

Me pregunté si debía recoger la mesa o no pero al final decidí dejarla así e irme de allí.

Necesitaba salir.

Fui a la habitación y me vestí para poder salir a correr.

Comencé a correr por ese extraño bosque.

Lloraba y corría a partes iguales.

Cuando llevaba unos cuarenta minutos corriendo paré para beber un poco de agua y comencé a llorar con más fuerza, pero esta vez de rabia.

Estaba enfadada con Lauren por ser tan idiota y por no ver todo lo que hago por ella.

Me apoyé en un árbol mientras seguía llorando, apreté los puños y grité. Grité todo lo que me dejaron mis pulmones.

La rabia y la adrenalina corrían por mis venas.

Comencé a pegarle al árbol en el que anteriormente me había apoyado a descansar, le pegué hasta que mis nudillos sangraban, hasta que me quedé sin fuerzas.

Después de eso volví a correr pero me caí.

No paraba de llorar y eso hacía que me costase más respirar.

NARRA LAUREN:

Conducir me ayudaba siempre que estaba enfadada o necesitaba pensar.

Al principio estaba demasiado enfada y pensé en lo idiota que había sido Camila pero luego pensé en lo mal que me había portado con ella esa mañana y decidí volver corriendo.

Había sido una completa idiota y tenía que volver para disculparme.

Cuando volvía pasé por una pequeña y extraña tienda que llamó mucho mi atención, paré para investigar. Vi un hermoso peluche de un koala que me recordó a Camz y decidí comprarlo para llevárselo.

Llegué a la casa y aparqué en la entrada, salí del coche y corrí hasta la puerta. Mientras buscaba la llave de la casa en mi bolso me fijé en la mesa que había en el porche, al lado de la puerta.

Camila me había preparado el desayuno, incluso había una nota. Leí la nota y comencé a sentirme fatal.

Definitivamente había sido una idiota con Camila.

Las lágrimas caían por mi rostro y entré corriendo a la casa.

- ¡Camila! - Grité mientras lloraba.

Nadie contestó.

- ¡Camila, mi amor, lo siento! - Dije.

Seguía sin haber respuesta.

Miré en todas y cada una de las habitaciones de la casa pero no había ni rastro de Camila.

Comencé a llorar muchísimo.

Apenas podía respirar.

Me senté en el pasillo de la entrada.

Derrotada y llorando.

Intenté llamar a Camila pero nada.

- ¿Y si se ha ido? - Pensé en voz alta. - No no no, por favor.

NARRA CAMILA:

Después de un par de horas corriendo decidí volver a casa y curar las heridas de mis manos.

Espero que Lauren no haya llegado aún porque seguía demasiado enfadada como para verla ahora.

Al llegar vi que el coche de Lauren estaba en la entrada.

''Mierda.'' Pensé.

Decidí entrar directamente e irme para la ducha lo más rápido posible.

Entré por la puerta y vi que Lauren estaba sentada en el suelo llorando desconsoladamente.

Eso me rompió un poco pero decidí que eso no me impediría seguir enfadada con ella.

Pasé de largo mientras ella corría a levantarse.

- Camz... - Dijo con la voz ahogada de tanto llorar.

No le respondí.

- Camz, por favor, lo siento... - Dijo.

Seguí sin responderle.

- Camila, por favor. - Dijo agarrándome del brazo y dándome la vuelta.

Ella miró mis manos, llenas de sangre por todos los golpes que le había dado al árbol.

- ¿Qué has hecho? - Preguntó sujetando dulcemente mis manos.

- Déjame en paz. - Dije apartando mis manos bruscamente.

- Camila, por favor, habla conmigo.

- Ya lo he intentado, Lauren, pero tú no has querido. - Dije y me fui a la ducha, ignorando completamente a una Lauren rota de dolor que me miraba alejarme.



Química ilegal (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora