Déjame decirte

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JaeYoon sonrió como siempre y entró al comedor para poder degustar su desayuno especial.

—JaeYoon hyung—el mencionado volteó para encontrarse con un, extrañamente, RoWoon de semblante serio junto a ZuHo—, deberías ver esto.

El rubio le extendió una hoja negra, arrugada en demasía.

—¿Qué es esto, RoWoon?

—Es...—el menor negó—, léelo.

RoWoon obligó a ZuHo a salir del comedor y dejó a JaeYoon solo.

El pelinegro se sentó en la silla de madera y extendió la hoja a modo de que pudiera leerla.

"Jae...déjame decirte.

No sé cuando, no sé como, no sé porqué, pero me enamoré de ti. Sólo ocurrió, lo prometo, como si de repente comenzara a dudar sobre mi heterosexualidad y mi vida diera un giro de 180° al conocerte. Y es que, ¿cómo no amarte? Con tu hermosa sonrisa, tu brillante cabello oscuro, tu perfecto rostro, tu angelical voz y tu -aunque suene mal- bonito y marcado cuerpo.

Si supieras lo que me haces sentir, ¿o es que acaso ya lo sabes y sólo me ilusionabas? ¿acaso sabías de las punzadas en mi estómago cuando tomabas mi mano? ¿de lo feliz que era mi nariz cuando me abrazabas y podía oler tu fragancia? ¿de mis suspiros, mis desvelos y mis más exóticos sueños? No, no lo sabías, porque tú eres un ángel en carne y hueso y jamás harías algo para que un desafortunado humano como yo sufriera. Sin embargo, lo hacía. Sufría todos y cada uno de mis días.

¿Lo recuerdas, bello Vocal God? Llegaste hasta a mí, con la sonrisa más hermosa que te había visto en los 10 años de conocerte, aún recuerdo tus palabras con exactitud:

«—Hyung, tengo algo que decirte—» tus mejillas tomaron un delicado tono carmín, dejándote ver adorable «—, creo que estoy enamorado. Siento cosas extrañas en mi estómago, y...y yo...—» te cubriste el rostro, yo, feliz, tomé tus manos y las aparté para poder admirar tu hermosa expresión de vergüenza, me sonreíste y decidiste proseguir: «—, estoy seguro de que la conoces—» "la", sexo femenino, por su puesto, ¿cómo podía esperar que alguien tan recto, con tan buenos genes y honrado como tú, Lee JaeYoon, pudiera siquiera pensar en la posibilidad de enamorarse de un hombre?

«—Ah, ¿sí?—» pregunté intentando mantener mis lágrimas en su lugar «—, ¿quién es ella, pequeño?—»

«—La chica de la heladería, la que nos atendió la última vez que fuimos, la castaña de sonrisa bonita—» sonreíste con hermosura, al contrario de mí, que al pensar en ti suspiraba y sonreía tal adolescente enamorada.

«—Oh, SunHee noona—» asentiste.

SunHee, ¿cómo no recordar su apariencia la primera vez? Exquisita, cabello largo, castaño y brillante que siempre olía a chocolate, dándole honor al color de su cabellera. Su sonrisa era linda, la única chica con hoyuelos bien marcados, y cuando esbozaba una de esas tan características sonrisas, sus ojos se cerraban, dejándola ver adorable.

Si lo pienso bien, entiendo el porqué te enamoraste de ella, una chica tan bonita, con una economía estable, trabajo decente y buena reputación.

Recuerdo haber llorado esa noche, pero si te soy honesto, no recuerdo el porqué. No sé si fue porque te habías enamorado y yo no era el afortunado, o porque me hablaste con detalles del porqué de tu enamoramiento, o sino por el simple hecho de que la chica se había ganado tus pensamientos, tus noches en vela y tus bellas sonrisas que en algún tiempo me pertenecieron sólo a mí.

Si supieras... | YoonSeong | One Shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora