El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)

Capítulo 39

-Dejó un sobre en mi auto -susurro con la mirada baja.

No sé como sentirme al respecto, es claro que el asesino ahora me conoce, sabe quién soy y seguramente lo que estoy haciendo, y lo único que le da vueltas a mi cabeza es hasta donde llegará su locura por esta hazaña. ¿Ese lunático estará premeditando asesinarme?

Y no importa cuanto haga si él ya lo tiene en mente, aún así no me arrepiento de nada. Sé que hago lo correcto, todo cuanto puedo y no logrará detenerme antes de eso.

- ¿Qué dejó qué? -responde de igual manera volteándome a ver confundido. No va a gustarle para nada.

-Un sobre, con una hoja dentro -la saco de mi bolsillo cuidadosamente y con las manos temblorosas y lo mantengo en ellas unos segundos más-. Es obvio que está dirigida a mí.

Paso la lengua por mis labios y me armo de valor para dársela, le extiendo el sobre y él me mira a los ojos seriamente antes de tomarla, parece como si le hubiese dado una mala noticia, hasta podría decir que ha perdido un poco de color.

Abre el sobre sin cuidado y saca la hoja, la desdobla y sus ojos se mueven de un lado a otro furiosos, como si se atragantara con las palabras conforme las lee, y su reacción lo único que hace es ponerme alerta y ansiosa, sé que todo esta yéndose al caño desde este preciso instante.

-Va por ti -pronuncia las palabras con la voz ronca, más de lo normal, como cuando está enojado-. Ese hijo de perra te tiene en la mira, Heather. Tenemos que parar esto, no voy a permitir que haga lo de la última vez. No otra vez, no contigo.

- ¿Qué? ¿Estás loco? -frunzo el ceño y busco su mirada. Está sentado en las escaleras, encorvado con los codos recargados sobre sus piernas y con la mirada en el suelo, todo su cuerpo está tenso-. No voy a dejarlo, aunque me mate.

-No voy a dejar que lo haga, voy a desollarlo antes -ríe deslizando una oscura sonrisa por su rostro-. Pero tampoco voy a darle la oportunidad.

-Te lo prometí, no puedo huir de él, ni de los dubnish, ni de tu jefe, ni de nadie. Todos piensan que me tienen en sus manos cuando no es así, estoy cansada de que todos me vean como una chica débil y estúpida. Yo puedo hacerlo. Voy a averiguar la verdad, ya estoy tan cerca... sé que estoy a punto de descubrirlo, sólo no me pidas que lo deje, no ahora que voy a terminarlo todo.

-No vas a hacerlo.

Tomo una gran inspiración frustrada y exhalo lentamente liberando mis pulmones. Sé que está asustado pero también es esa actitud la que más odio. Va a ser un verdadero dolor de cabeza.

Alguien llama la puerta. Me doy la vuelta sin pensarlo y doy unos cuantos pasos para abrir la puerta, y el rostro cansado del sheriff Loughty me toma por sorpresa, no tengo idea de porqué está aquí pero no me dan ganas de estar lidiando con él, lo mandaré al demonio, no tengo tiempo para esto, pero antes de que logre cerrar la puerta él lo impide con su mano.

- ¿Podría salir, señorita Heather? -pide.

- ¿Por qué? -salgo dos pasos fuera y él me da la vuelta, saca las esposas tan rápido que ha terminado de ponérmelas en un par de segundos. Su agarre tan brusco para jalarme con él me lastima y me quejo, el poco entendimiento se mezcla con el miedo y de pronto se me ha secado la garganta.

- ¿Qué es esto? -gruñe Harry en nuestra dirección mientras se acerca amenazadoramente.

-Heather Dankworth estás bajo arresto por el homicidio de Charlie Hassenback -dice y abro la boca para protestar.