Al terminar las clases estoy a punto de irme a mi casa, cuando recordé lo que me dijo Erick y decidí pasarme por allí y ver por lo alto el partido de fútbol. Cuando llegue , estaban allí Nerea y la chica dela clase de lengua.
-Hola.-dice la chica con una amplia sonrisa -. Sin embargo la tal Nerea me mira con una cara asesina que me incomoda un poco.
Me quedo callada por la cara con la que me mira Nerea.
-Así, esto... lo siento por la reacción de Nerea en la clase de ciencias, es que ella es así de borde con todo el mundo. Yo me llamo Laurel encantada.- dice estrechándome la mano-.
-Yo me llamo Rocío.-digo intentando pasar de la cara con la que me mira Nerea.
-Que,¿te a dicho Erick que vengas a verlo no? Ja como a todas.- dice arrogantemente Nerea-.
-Esto...no,solo pasaba por aquí.-digo contradiciéndola-.
-Si claro, ...
-Calla te ya Nerea.-dice Laurel.- ¿ quiere venir a dar un paseo con nosotras?.
-¡¿Que?!,¡¿ella?!, ¡si me dijiste que solo íbamos a saludar!.
-¡Que te calles Nerea! -dijo Laurel con un tono bastante furioso-.
-Si claro, iré con vosotras.- digo pasando aun mas de la cara de Nerea.
Fuimos a una tienda, olía bastante bien, había velas aromáticas, yo cogí un par de esas velas, mientras Laurel y Nerea cogían otras cosa scomo libros, flores, piedras...No se para que quieren todas esascosas, yo simplemente eh comprado las velas porque me encantan como huelen.
Cuando estoy eligiendo vela, me interrumpe la dueña de la tienda cogiéndome del brazo.
-¿Vas a pagar eso?-dice-.
-Claro,por supuesto que si.
-Mmm...no eres como tu amiga.
La miro con cara desconcertada porque no se a que amiga se refiere y no creo que sea a Laurel.
-No me mires con esa cara.-dice riéndose-. Me refiero a la chica morena alta, no a la otra. -dice como si me fuese leído la mente.
Compramos las cosas y nos vamos a dar un paseo las tres, sigo pensando que a Nerea no le caigo muy bien, pero me da igual, la mas maja es Laurel.
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Dos jóvenes brujas
FantasyUna chica que se llama Rocío de 16 años de edad, que vive en Nueva York. Se muda a Seattle y lo que no sabe es que al mudarse allí su vida tan normal, o eso cría ella que era normal, estaba a punto de cambiar por completo y empieza a descubrir jun...