Cálida como el sol. (Yuri)

25.

Narradora

Hace ya dos semanas que Railey había desaparecido de la vida de Gabriela.

Hace ya dos semanas que Jennifer y Gabriela no hablaban.

En resumen, hace ya dos semanas desde que Railey se suicidó. Después de todo hay dolores con los que es mejor no vivir.

Te la kreiste we xdxdxd. Ahora sí... El verdadero capítulo 😂😂 *sorry, siempre quise hacer eso*

Hace ya dos semanas que Railey había decidido hacer lo correcto, puso por encima de todo la felicidad de Gabriela.

Nadie dijo que sería fácil, pero nadie dijo tampoco que sería tan difícil.

Flashback

En el segundo en el que atravesó esa puerta quiso volver a entrar y abrazar a Gabriela para no soltarla nunca. Tuvo que respirar profundo y comenzar a caminar rápidamente lo más lejos posible de esa puerta, de esa habitación donde tres corazones se rompieron.

"Hice lo correcto".

Atravesó velozmente el pasillo con la cabeza hacia abajo llena de más de mil cosas. Sus ojos, su sonrisa, su voz, su piel, su cuerpo, su risa, sus manos, sus dedos, su cabello.

Ella.

Aquella chica que ya no sería suya. Nunca más. Pero tal vez si se retractaba y volvía a atravesar esa puerta...

"No regreses ahí." se reprochó de inmediato.

La ojiazul comenzó a sentir su vista nublada, le costaba ver con claridad su entorno, estaba haciendo todo lo que podía por no quebrarse más en llanto.

"Vamos, sigue caminando, aléjate de ahí."

...

"No llores, fue tu decisión. ¡No llores!"

Y sin importar cuánto trató de convencerse de que hizo lo correcto, no podía evitar sentirse destrozada. Amar a alguien hasta el punto en que lo dejas ir para que sea feliz es algo muy complicado. Ahora ella lo sabía.

Se detuvo y miró atrás, no pudo evitarlo, y notó que aún se podía ver la puerta en la que ella tan desesperadamente quería entrar de nuevo.

"Maldición." pensó... "Maldición." repitió cerrando los puños.

¿Es que ese pasillo no tenía fin?

Volvió la vista hacia el frente y siguió caminando, acelerando el paso hasta el punto de correr. No estaba huyendo, nada que ver, estaba corriendo hacia su libertad. Una libertad cuyo precio era la tristeza.

"¿Por cuánto tiempo va a doler?"

Y no hubo ni un segundo donde Railey no deseara que Gabriela la detuviera.

Narra Gabriela

Me quedé estática viendo hacia la puerta que hace unos segundos había sido atravesada por quien creí que se quedaría conmigo para siempre. Pero yo había sido muy estúpida, y cruel, si realmente creí que ella podría soportar estar en segundo lugar. Un increíble silencio llenó la habitación, un silencio ensordecedor. Nadie sabía cómo reaccionar, mucho menos yo, ni siquiera podía despegar la vista de la manilla de la puerta.

-Gabriela.- me llamó Jennifer, la miré con lágrimas en mis ojos y sentí que ella no entendía lo que estaba ocurriendo. Pero no importaba, ya tendría tiempo para contarle. -Lo siento.- murmuró algo insegura sobre si eran las palabras que debía decir en aquel momento.