Capítulo 71

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"Rutina asquerosa"

Cada día que pasa se me hace más largo. No puedo creer lo que hizo. Difundirlo por todo el mundo. Sí, me lo esperaba acá, Chile, pero no en todos lados. Tampoco puedo evitar mirarla enojado. Fue tan tonta al hacer eso. Me levanto de mi sillón y veo por la ventana de mi oficina. Algún día haré una expansión a mi hotel. Tocan la puerta y pasan.

-¿Tan triste, hermano? –Dijo Rotchbell sonriendo.
-Seba, cuánto tiempo –digo mientras nos abrazamos –. ¿Terminaste tu viaje por el mundo?
-No, aún no. Solo vengo por un día para volver a Estado Unidos. Así que te casas.
-Sí. Ya sabes.
-¿Por amor?

Me quedo callado y vuelvo a mirar la ventana.

-La fuente de agua, las rosas me recuerdan a la primera vez que tuve que traerla...

"La tengo tomada del brazo.
Mientras caminábamos a la fuente, la tenía tomada de la mano. Fue inevitable.
Roth está mirando las flores.

-¿Te gustan las flores? -le pregunté.
-Eh... Sí. No había visto tantas...
-¿Cuál es tú color favorito?
-Tengo 3. El azul, amarillo y el negro...
-Que triste que no existan flores negras...
-Sí existen las negras...
-¿Sí?
-Cuando se marchitan...

En Turquía hay.
Suelto una ligera risa... Y seguimos avanzando...

-¿Y las tuyas?
-Claveles rojos y crisantemos blancos...
-No las conozco.
-Son las de ahí.

Las de mi madre igual. Pero agregando las Lilium.
Apunté mis dedos hacía las flores que mencioné."

-Luego seguimos caminando juntos...

"Caminamos hasta llegar a la fuente.

-Llegamos... Aquí tengo algo de pan...
-¿Y qué vamos a hacer acá?
-Hablar, observar... Mira, un colibrí...

Se dio vuelta y pido comprobar de que era un colibrí. Lancé un poco de pan... Quizás se muera por comer esto. Comencé a lanzar migas cerca de Roth."

-Ja –sonrío con una lágrima cayendo por un ojo –, en eso vi un ave acercarse a ella...

"-No... Te... muevas...

El colibrí llegó cerca de su zapato y luego se fue volando como lo libre que es.

-Que hermoso... -dijo.
-Sí. Esto lo hago en mis tiempos libres...

Nos la pasamos horas hablando, dando pan a las aves y a uno que otro animal."

-¿Sabes? –Seco mis lágrimas –. Esa sonrisa, esa que me regaló por años, la sincera no la forzada... Daría lo que fuera –me giro a la derecha donde está Rotchbell –por volverla a ver solo una vez más.
-Matt...
-Me hace falta, pero ella se fue por su voluntad, ella eligió ser feliz...
-No lo creo. ¿Salgamos?
-No, debo trabajar y pensaba en invitar a Joss a comer algo.
-¡Ahg! A la mierda con ella –no pude evitar soltar una risa y a la vez abrir mucho mis ojos, no había escuchado decir groserías a Seba –. Vamos los dos a comer. Yo invito.

Me jaló del brazo y bajamos al aparcamiento. Seba eligió el audi azul, tomó las llaves. Al parecer yo no conduciré.

-Bien, príncipe azul –digo imitando horriblemente la voz de una mujer –, ¿a dónde me llevarás a comer?
-Amor –me dice poniendo su voz más grave –, te llevaré a visitar las nubes.

Soltamos carcajadas. Pasó un buen rato cuando por la ventana vi una playa. Este lugar es...

-Las Cruces.
-¿Algún problema con esta playa?
-Aquí, conocí a Roth.
-Si quieres nos vamos.
-No, conozco un pequeño lugar donde podemos comer. Ve, a mi casa a aparcar el auto, cambiémonos de ropa y caminemos a comer algo.

Le dije dónde quedaba e hicimos lo que dije. Rotchbell se puso una playera gris junto a un short y unas sandalias. Yo por mi parte tengo una playera roja, un short gris y mis zapatos frescos. Salimos, cerré con llave y comenzamos a caminar.

-¿Dónde es?
-Es en la playa de al lado. "Las cadenas", si no me equivoco.
-Vale.

Me gusta caminar y pasar desapercibido. Nadie sabe quién eres o que tan importante seas. Solo eres una persona más del montón. Me gusta eso. Caminamos en silencio, algo anda en la cabeza de mi amigo. Al llegar, lo hago pasar. Es un restaurante, por fuera color blanco un con letras azules dice "Puesta del sol".

-¿Aquí?
-Sí. Bueno. si quieres comer en otra parte seguimos viendo y vamos por el auto para ir a Cartagena.
-No, comamos acá.

Seba pidió un congrio negro con papas fritas y yo una reineta a la plancha con papas mayo. Al parecer sí que estaba antojado.

-Mientras esperamos, quiero hablar contigo.
-Dime.
-¿De verdad te vas a casar con esa mujer?
-Ya empezamos...
-Mírate. Estás infeliz con ella. ¿Te respeta, ama y mima?
-Eh...
-No, ¿cierto?
-Uhm.
-Mira, Matt. Yo quizá jamás tuve una familia de verdad, una con mi sangre. Yo no recuerdo, pero sí te tengo. Eres mi hermano y mi hermano debe ser feliz. Porque se lo merece. Eres un gran hombre y te deshaces la vida con esa bruja. Y mira, ni siquiera la defiendes porque no la AMAS.
-Rotchbell...
-No, nada de Rotchbell. Escúchame...
-¿Me has dicho bruja? –Dijo Josselyne detrás de Sebastian.
-¿Es ella? –Me dijo moviendo solo la boca.
-Sí –asentí.
-Te estoy hablando, moreno –dijo de mala gana.
-¿A quién le dices así, Josselyne? –Dije levantándome de la silla molesto.
-A quién más. Tú ni yo somos negros. Solo este mulato que me dijo bruja.
-No te atrevas a llamarlo así.
-¿Me pegarás?
-Debería –dije conteniendo la rabia.
-Matt –dijo Seba preocupado –, no me molesta. Sabes que no es primera vez que me llaman así. Tú no le has levantado la mano a ninguna mujer, no lo hagas ahora.
-Uy, pobre Matt, ¿no? ¿Y YO? ¿Dónde se supone que me encuentro en tu vida, Cortez?
-¡CIERRA LA BOCA Y VETE DE AQUÍ AHORA! –Dije gritando sin importarme que la gente me viera –. Cuando vuelva a MÍ hotel, hablaremos del asunto y otro más. Dime, ¿nos seguiste?
-Qué te importa.
-Claro que me importa. Llegas y tratas mal a MÍ hermano. No quiero verte la cara, así que lárgate ahora mismo.

Josselyne se fue llorando pero ya aprendí que esas no son más que lágrimas de cocodrilo. Me llevó un rato calmarme. La gente me miraba y me decía que hice bien al defender a Rotchbell, mientras que otros me decían que no debí levantarle la voz a Joss. Estoy cansado, mejor comemos y nos vamos al hotel. Esta vez, Josselyne me escuchará.

Lo sé, lo sé. He desaparecido por un buen tiempo

siento que eso pasará ahora jsjsjsjjss. Pero tengo mi argumento en mi "tablero de mensajes". Por favor vayan y lean. De verdad que para mí es importante.

Los quiero mucho.

Carolinarabarca.

Donde tú vayas... iré [Visión Matt Cortez] IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora