Capítulo 7: Rodrigo

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Es el tercer día de las pesadillas, arcadas, sudores fríos... Nunca en mi vida había estado tan cansada, creo que incluso tengo miedo de dormir. No había tenido las pesadillas tan seguidas no desde el poco tiempo después de irme de casa, lo recuerdo a la perfección...

Los primeros meses luego de irme fueron horribles, estaba sola, recuperándome y las pesadillas venían a mí cada noche al principio pasaba días sin dormir y sin comer, luego de un tiempo y con un poco de ayuda desaparecieron poco a poco hasta el punto que hasta ahora no había tenido una en semanas. Ahora estoy regresando a ese hoyo obscuro y ni siquiera se porque, que fue lo que lo desencadeno.

Ya tuve la primera señal de que estoy regresando allí y esa fue decirle a mis amigos que necesito tiempo a solas, no quiero que me vean de esta forma, porque se que sí regreso a ese lugar obscuro ni siquiera mis amigos serán capaces de sacarme de el de nuevo.

Para añadir a todo el cansancio, estos tres días Alex a estado más pendiente de mi que nunca y es..., horrible ¿porqué no regresa a ser quien era? Me tiene toda confundida, o es el sexi y tirano jefe, o es el sexi y amable jefe... No lo se tiene que decidirse.

Son las 12 del medio día en la mañana en la oficina a sido tranquila, agradezco a Dios que soy tan maniática en el trabajo porque gracias a eso hoy no tengo mucho que hacer, la mayoría del trabajo ya lo hice antes, si no fuese así no se qué haría estoy tan cansada que me sorprende que mis ojos estén abiertos. Mi cabeza está por estallar pero se que es por no dormir conozco el procedimiento... Primero son los dolores de cabeza, después las alucinaciones, luego la fiebre, y por último los calambres. La última vez para poder recuperarme del todo tuve que internarme en una clínica de sueño por un mes, esta vez no creo que seré capaz.

Estoy sentada en mi silla con los ojos cerrados pensando que haré, cuando escucho a alguien aclarárselo la garganta, me asusto pensando que es mi jefe así que abro los ojos y me acomodo en la silla rápidamente.

Frente a mi esta un hombre alto, atlético, de ojos claros y cabello Rubio, delgado pero claramente musculoso con una mandíbula cuadrada fuerte y unos blancos y perfectos dientes que están sonriéndome.

-Buenas tardes.- dice el extraño, en cuanto habla se que es italiano, el acento y el ritmo de las palabras de Italia es inconfundible.

-Buenos días.- le respondo -¿En qué puedo ayudarlo?.-

-Mi nombre es Rodrigo Storm ¿Podría decirle a Alexander que he venido a verlo?.- ¿Italiano y con ese nombre? ¿Que esta mal con el mundo? El esta mirándome, divertido, y se que lo que esta es tratando de no reírse de mi por la forma en la que me encontró... Lo que me importara, si no estuviese tan cansada.

-Seguro.- Le marco a la línea directa de mi jefe y me contesta en el primer timbrazo.

-Dime Lena.- ¿Otro mal hábito que se le ha pegado en estos últimos días? Llamarme por mi "nombre"

-El señor Rodrigo Storm esta aquí para verlo.- Le digo mirando al hermoso hombre frente a mí.

-¿Rodrigo? Hazlo pasar.- bueno el esta claramente emocionado.

-En seguida.- trago -Puede pasar Señor Storm.- le digo señalando la puerta de mi jefe.

-Oh solo soy Rodrigo cari.- me dice mientras camina al despacho de mi jefe... Ush otro ligón como Alex, vuelvo a recostarme en mi asiento pero en seguida lo hago mi línea suena.

-Dígame Sr. Blackthorn.-

-Lena ven un momento.- tranca. Me levanto, tomo mi iPad y me dirijo a su oficina. Cuando entro los dos hombres se vuelven a mirarme.

Amor en la Música ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora