Hola soldadito,
venía a decirte que cojas tu lanza y tu escudo y luchemos contra los problemas,
que tienes un alma en la que caben mil abrazos, y que ayudarme es algo que te gusta sin yo entender la razón.
Que tienes mil esquemas para dejar de seguir porque de esa manera serás sólo como tu quieres.
Que tu música es voz para mis oídos y no al revés.
No paro de escuchar,
esta soledad, esta angustia, esta desilusión.
Que sólo tú haces que se vaya.
Que no quiero mil amigos que no sepan por donde mirarte, prefiero uno sólo que tenga ojos que lo observan todo.
O mejor, quiero un tu en mi.
Dibuja un mapa para seguirte y nunca perderte, pero que tampoco tenga una X definida para no acabar nunca mi camino a tu lado.
Que eres el salvavidas de mi barco, el micrófono de mi estudio, mi fiel libro de estantería, mi canción favorita.
El soldado que me ayuda a derrotar,
mis batallas internas, mis problemas irresolvibles y mi día de lluvia en pleno verano.
Y que si me necesitas yo te ayudaré,
que sé que no morire electrocutada por echarte un cable.
Que eres el agujero donde me gustaría caerme, porque sé que tu mismo me ayudarias a salir como sólo tu sabes.
Simplemente gracias, por tanto en tan poco. Solamente, gracias.
