Harry estaba bastante animado cuando se reunieron con Alek ese miércoles. Deambulaba por el estudio de CabezaCaliente como si fuera un viejo amigo y saludó a Alek con un abrazo.
Louis iba pegado a él. Llevaba al hombro el petate con el equipo de trabajo. Una mitad de él quería que terminase ya el día; la otra no quería que se acabase jamás.
Alek se mostró tan educado como siempre, disculpándose por el frío que hacía en el local y ofreciéndoles bebidas.
Louis no se tomó ni un trago de whisky, pero sólo porque eran las 11 de la mañana y se estaba empezando a sentir como un alcohólico. Optó por un botellín de agua. En realidad, el aire fresco le parecía agradable en contraste con el calor de su piel. Lo cierto es que los focos del plató de la sala de estar estaban calientes, y Louis sabía que acabarían todos sudando antes de que terminase el día.
Alek estaba cambiando los muebles de sitio y colocando el equipo. Volvió a acercarse con las carpetas para que los dos amigos pudieran firmar los contratos para ese día. Asintió en señal de aprobación.
—¿Y los análisis?
Harry chasqueó los dedos y rebuscó en la trenca, sacando dos impresos médicos arrugados.
Louis se puso rojo. Él y Harry habían ido a una clínica de Chelsea para hacerse un frotis y un análisis de sangre, como si fueran una pareja de novios que iba a solicitar una licencia de matrimonio. Eran hombres sexualmente activos, por lo que no se fiaban del todo. De todas formas, era exagerado; los dos se hacían controles regulares para los bomberos de Nueva York. Era parte del trabajo.
Sin embargo, cuando se apuntaron para la filmación de ese día, Alek había insistido en ello; para su registro, dijo. Esos papeles decían que no tenían VIH ni hepatitis, ni gonorrea ni síndrome respiratorio agudo severo ni nada: estaban limpísimos y listos para la pelea. Alek asintió mirando los impresos y se los llevó a su mesa.
Mientras esperaban a que Alek terminara en la mesa, Harry le dio un codazo a Louis.
—Así que estamos sanos para lo que sea. Quiero decir... que no tienes que preocuparte por si pudieras pillar algo en tu piel o en tu boca.— Harry hizo una especie de mueca como si estuviese haciendo un chiste. No estaba haciendo un chiste. —No quiero que tengas miedo.
—No tengo miedo, Hazz. Soy un chico grande.
—Sí, hombre.— Harry se agachó junto al petate y sacó los uniformes. Habló susurrándole a Louis: —Lo importante hoy son esas actividades extra. Para los bonus. Tú sígueme.
—Sí. Está bien, Hazz. Lo que tú digas. Terminemos con esta mierda.— Louis cogió sus pantalones doblados de la mano de Harry tratando de aparentar que no le hacía mucha gracia tener que hacer esas actividades ampliadas con Harry.
—Vale. Genial.— Harry se quitó la camiseta y al hacerlo se despeinó aún más el cabello rizado. Sacudió la cabeza y le guiñó un ojo a Louis.
Louis le devolvió el guiño.
—Tienes un plan, ¿verdad? Sabes qué cosas quieres que hagamos.
Harry asintió.
—Todo está calculado. Y todo es de lo más inofensivo; no quiero que tengas miedo.
Louis se dio cuenta de que Harry pensaba que su resistencia era repulsa. Eso le ayudaría.
—No tengo miedo. Vamos a hacerlo y ya está, tío.
—He seleccionado las actividades por las que se pagan bonus extra considerables... sin llegar a..., ya sabes... a tener que hacer el maricón totalmente.
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CABEZA CALIENTE|Larry Stylinson|Adaptada.
FanficEsta historia no me pertenece. Es una adaptación, todos los créditos son del autor. Personajes: Griff Muir como Louis Tomlinson Dante Anastagio como Harry Styles Top: #165 - harrystyles