Capítulo 2: La progresión de los hechos

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Castiel separo a Dean, ambos se quedaron observando y solo en ese momento entendieron que no había retorno, la línea entro ellos dos siempre había frágil.

En muchas ocasiones la forma en la que se trataban era un poco "diferente" a como lo hacían con las demás personas. Pero nunca habían cruzado la línea era como una tregua silenciosa entre ellos dos.

Y ahora, bueno ahora eso los dejaba en la nada. Cass separo a Dean, eso era extraño y no podía permitir que continuara.

Dean entendió la duda de Cass, paso su mano por la mejilla del ángel y le dedico una sonrisa. —Estará bien.

Cass observo a su protegido, Dean siempre decía esa frase "estará bien" o "ya encontraremos la forma" pero mayormente las cosas nunca terminaban bien; esa era la verdad de sus vidas.

Había que admitir que su relación tenía altos y bajos pero siempre habían sabido que podían contar con el otro. A pesar de eso el camino para llegar a eso había sido largo y lleno de obstáculos, Cass no quería perder eso.

Castiel cerró los ojos y suspiro —el gesto más humano que Dean le haya visto hacer— Era como si de alguna forma intentara despejar las dudas en su mente.

Entonces Cass decidió confiar y dejarse llevar, quizás se arrepentiría en un futuro o no muy lejos a la mañana siguiente, pero al menos debía intentarlo.

Dean volvió a besar a Castiel pero se apartó enseguida —Podrías abrir un poco la boca, quiero meter mi lengua.

Castiel abrió los ojos pero al no encontrar que responder solo asintió, Dean volvió a besarlo y cumplió con lo que había dicho.

El contacto hizo que Castiel se sobresaltara, pero no aparto a Dean, coloco sus manos sobre los hombros de él y se aferró. Dean se separó y los abrazo por la cintura pegándolo a su cuerpo.

—¿Puedo continuar? —preguntó, con la respiración agitada.

Castiel dejó caer su cabeza en el hombro de Dean, había algo raro con él. Su corazón latía fuertemente tenía miedo pero no quería que Dean se separara de su lado —Hazlo —musito.

En ese momento, a la distancia que compartían; Cass pudo sentir claramente como Dean perdía toda la calma.

Entonces se preguntó si eso estaba realmente bien, porque algo que te haga sentir tan débil y asustado no debía ser del todo bueno.

Pasaron unos segundos y Dean soltó una risita. Castiel se apartó de él, temiendo. No sabía qué, pero temía.

—Te acuerdas de la vez que te lleve a ese "club nocturno". Pues me alegro que hayas asustado a la chica, después de todo no puede entregarle algo tan celestial a cualquiera.

Cass sonrió y Dean sintió que su corazón se pararía al ver como las mejillas del hombre que estaba frente él se tornaban de un leve color carmín.

—¿Acaso eres tonto? —Dean alzo una ceja.

—Quizás.

El cazador acorto la distancia entre ellos dos y tomo de la cintura a Castiel. —Pero es culpa tuya —, agregó con una sonrisa coqueta y volvió a besarlo.

Dean movió sus manos por la espalda de Cass y retiro su chaqueta, la cual provoco un ruido al caer.

Se separaron, Dean poso su vista en Cass y con el pulgar acaricio sus labios. El ángel cerró los ojos ante el contacto y Dean quiso preservar ese momento para siempre en su memoria.

Tomo la mano de Castiel y entrelazo sus dedos, después de esto lo guio hasta la cama y mientras lo besaba lo coloco suavemente en la misma.

Dean era hábil, Cass estaba un poco temeroso, cuando se separó de sus labios y bajo por su cuello, lo sintió estremecerse.

La progresión de la situación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora