Un día dos niñas jugaban a la ouija. Una de ellas se llamaba Romina y la otra Sofia, lo que ellas no pensaron fue que jugar con la ouija no era solo un juego de niñas, si no que algo mas.
El tablero se movió y con ella el vaso que estaba en cima de esta. Las niñas sorprendidas decidieron y se atrevieron a preguntar.
– ¿Como te llamas?- preguntaron al mismo tiempo.
El vaso se dirigió a la primera letra y siguió hasta que completo el hombre.
A-N-N-A.– Anna - escucharon en un susurro detrás de sus espalda.
Después de eso las niñas corrieron fuera de la habitación, bajaron las escaleras y Romina pregunto.
– ¿Estas bien, Sofia? - miro hacia las escaleras y vio que Sofia estaba en la segunda plata de la casa, detrás de ella una niña con rostro pálidos, ojos negros y su expresión malvada y sin vida.
Una pequeña sonrisa se formo en su rostro cuando se dio cuenta del miedo que sentían las dos niñas, era como si el miedo la alimentara. En el rostro de Sofia caían a mares las lágrimas y se miraba fijamente con su amiga.
– A-ayuda... - Dijo desesperada cuando la niña sin nombre puso una mano sobre su hombro izquierdo.
– S-sofia - Dijo Romina conteniendo las lágrimas.
–Ustedes me invocaron - Dijo la... ¿Anna? Con vos ronca - ¡Ah ah! - grito con tanta intensidad que las pobres niñas se cubrieron los oídos y se arrodillaron.
Anna se rió, dejo de gritar y se encamino de nuevo al cuarto, pero con ella se fue Sofia. Romina gritó el nombre de su amiga asta que su garganta no pudo más, corrió hacia la habitación y vio a su mejor amiga y a la niña sin vida serrar la puerta. Después de unos segundos un sonido provino de la habitación, provocando que Romina se sobre salta y algunas lágrimas se derramaron por el miedo que sentía.
Corrió a su habitación y vio el cuerpo sin vida de Sofia. Romina estuvo sola asta que sus padres volvieron. La policía dijo que fue un accidente, pero Romina sabia que eso no era cierto.
Ese mismo día Romina dejo de jugar con cosas de otro mundo.
Tres años después...
La joven ya de quince años camino tranquila a su habitación, se miró en el espejo que esta al frente de su cama, pero una nota tomo su atención, camino y la empezó a leer.
" Ayuda te necesito, alguien me tiene atrapada, me torturan cada día tengo miedo, te necesito"
Romina no duda que la nota la a dejado su amiga. ¿Pensaron que se olvidaría de ella? Pues, No, nunca se olvidaría de ese día que dejo grandes marcas en su infancia.
Corrió a su escritorio y de ahí saco una caja en donde tenia guardado, La entrada de los espíritus y la salida de su amiga.
Y así es como comenzó el juego otra vez....
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Espero que les gusto, den me sus opiniones, es mi primera ves que escribo una historia de terror.
Esto lo escribí en mis grandes aburrimiento de la clase de ciencia.
Y se lo dedico a mi amiga Romina.
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El Despertar De Anna
Short Story#Terror Dos niñas juegan a la ouija pensando que era solo un juego