Capítulo 9

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Muy lejos de donde se encuentran Thomas y Newt se encontraba un grupo de chicos. Uno de ellos se limitaba a sonreír pero en realidad no se sentía bien, al contrario, en el fondo estaba desanimado y decepcionado de cierta forma.

- Están listos -dijo una mujer bien vestida que llegaba.

- ¿Pero y él? -pregunta la única chica del grupo de jóvenes.

- Él ya casi lo está -respondió la mujer sonriendo.

- ¿Entonces qué haremos mientras? -preguntó el chico que fingía su sonrisa.

- Esperar, no será mucho, se los aseguro.

Aquel chico intercambio la mirada con sus compañeros. La chica, Ayla, tenía cabello pelirrojo y un iris morado, era más bajita que él pero mucho más madura en general. El otro chico, Hugo, era moreno, sus ojos oscuros y más alto que él, lucía un semblante serio aunque no era muy común en él. Por su parte, John, su persona tenía el cabello rubio, ojos azules, piel blanquecina, solía mostrarse optimista; sin embargo por dentro está algo roto. Cada uno tiene una historia y la conocen, crecieron conociéndola, pero no quiere decir que sean lindas historias.

- ¿Podemos hacer lo que queramos? -preguntó John crédulo.

- Sí, por el momento sí.

Los tres chicos se quedaron boquiabiertos. En toda su vida nunca les habían dicho tal cosa, y ahora era como una bendición, sólo que no sabían exactamente qué hacer con ese tiempo, al menos dos de ellos no lo sabían.

- Pueden retirarse -añadió la mujer.

Nadie se opuso, así que juntos se fueron sonriendo mientras pensaban en las posibilidades que se alzaban ante ellos con ese tiempo disponible. Podrían descubrir un poco más de ellos mismos, podrían conocer gente (aunque eso no les llamaba demasiado la atención), podrían explorar. Nadie se los iba a impedir ésta vez.

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~ 8 de Noviembre de 2014 ~

Hoy era el día, conocería a la madre de mi novio. Estoy nervioso ciertamente, pero Newt lo estaba mucho más. Me repito mentalmente lo que está en juego mientra me pongo ropa decente. Una camiseta de cuadros rojos y negros, era la que mi madre le gustaba que usara si no era un traje y necesitaba lucir bien.

Póntela, Tom, solía decir, te ves guapo y no te sientes como pingüino.

Se me hizo un nudo en la garganta al recordarla, con su cálida sonrisa y sus ojos mirándome. Probablemente la madre de Newt me preguntará respecto a mi familia, así que tengo que controlar mis sentimientos sobre mi mamá, sería algo vergonzoso llorar frente a la progenitora de Newt en nuestro primer encuentro. Suspiro y me lavo la cara para tratar de que mejore mi expresión cansada. Justo ayer por la noche asaltaron a una mujer anciana en su casa y tomaron rehén como a todos los que estaban con ella, por lo que tuve que intervenir, o bueno, Zero Gravity intervino. No dormí mucho después de eso.

Me peiné un poco como toque final, pasaría por unas flores antes de ir a casa de Newt, claro que le pregunté si era alérgica o algo porque quiero evitar catástrofes. Ya tengo suficiente con que Nueva York esté llena de peligros y que algunos se deban por culpa mía. Soy un súper héroe, y hay súper villanos por eso. Hay veces que me pregunto si eso haré por toda mi vida, solo resolver asuntos de la ciudad. ¿Cuándo tendré tiempo para lo que yo quiero hacer con mi vida? ¿Qué pasaría con la ciudad si un día ya no aparezco? ¿Me verían como un cobarde? ¿Me buscarían? ¿Me apedrearían por irme? No sé, y una parte de mí no quiere saberlo. Sin embargo, hay algo que me da más miedo saber: ¿Newt permanecería a mi lado si sigo con esto?

Sacudo mi cabeza. Mejor dejo eso para después, ahora tengo cosas que hacer como Thomas, Zero Gravity puede esperar unas horas. Así pues tomo mis cosas, le aviso a Newt que voy para su departamento por medio de un mensaje, y salgo de casa para tomar el metro. Hoy es de las ocasiones en que Phoenix no está en casa, creo que ninguno de los dos se ha acostumbrado del todo a vivir bajo el mismo techo y mucho menos a ser hermanos.

Tardo una media hora en ir por las flores y llegar a casa de mi novio. Él y su madre ya deberían estar ahí según lo que me dijo Newt, porque él iba a ir por su madre al hotel donde se queda y yo los vería aquí para almorzar. Tomo aire y toco la puerta con el corazón en la boca.

Newt me recibe con una sonrisa.

- Que puntual, Tommy.

Le devuelvo la sonrisa y beso sus labios rápidamente a modo de saludo.

- Por ti, siempre.

Al entrar el departamento se ve más limpio de lo que le ayudé a Newt ayer, además hay una mujer rubia sentada en el comedor. Es muy parecida a Newt, sólo cambia la forma de la barbilla y la tonalidad de sus ojos, los de su madre son más claros. La señora Sangster parecía examinarme de pies a cabeza, ante su mirada intenté no ponerme nervioso.

- Buenas tardes -saludé con cortesía mientras nos acercamos Newt y yo a ella.

- Mamá, él es Thomas, mi novio. -dice Newt- Tommy, ella es mi madre.

Estrechamos nuestras manos y me dedicó una pequeña sonrisa que correspondí.

- Un gusto, señora Sangster.

- Dime Jean, por favor. No quiero sentir que la vejez me alcanza -responde divertida.

Siento una ligera presión en mi pecho cuando lo dice, recordé la vez que mi mamá conoció a Newt y dijo algo similar. Mamá...

- Oh, este... yo traje esto para usted -digo intentando despejar mi mente. Sin embargo no funciona mucho porque es un ramo de las flores favoritas de mi madre. Debí comprar de otras.

- Que amable, muchas gracias.

Por la forma en que las mira y huele con una sonrisa en los labios, vuelve la imagen de mi madre. Newt toma mi mano, parece notar que algo no va del todo bien. Entrelazamos nuestros dedos y me relajo un poco.

Te extraño, mamá.

Nos sentamos frente a la mujer sin soltar nuestras manos, siendo el apoyo uno del otro, y prestamos atención a su madre porque probablemente nos empezará a hacer preguntas, muchas incómodas imagino. Si tan solo supiera que es mi culpa que Newt no pueda caminar bien como antes, se llevaría a mi novio lejos de mí.

Los platos ya están en la mesa y hay unos recipientes en donde está la comida lista para servirse. Primero hay un silencio, luego mi novio propone comenzar a comer, eso es lo que hacemos, y en cuanto cada quien tiene comida en su plato, la madre de Newt habla.

- ¿Y has vivido siempre en Nueva York, Thomas? -preguntó.

Tengo que darle una buena imagen de la ciudad.

- La mayor parte de mi vida sí, en realidad todo lo que recuerdo.

El olor a carne asada inunda mis fosas nasales al partir con el cuchillo la pieza en mi plato. Debo calmarme, debo calmarme.

- ¿Y siempre ha sido así de ajetreado como ahora? -por el tono en que lo dice, se refiere más bien a peligroso.

- Nueva York siempre me ha parecido fascinante, un buen lugar para la gente que busca una vida citadina -sonrío y como un poco.

- ¿Tus padres piensan lo mismo?

Newt casi se atraganta con el agua y a mí se me hace un nudo en la garganta. De repente veo un plato de comida como lo que hacía mi madre, al parpadear desaparece pero mis manos tiemblan un poco.

- Thomas no conoció a su padre y su madre... tiene poco que falleció -explica Newt.

No levanto la mirada de mi comida pero escucho la expresión de tristeza ahogada de su madre. Debe sentirse avergonzada por la pregunta porque hay un silencio sumamente incómodo durante un rato.

- Lo lamento, Thomas... -susurra Jean al final.

- No hay problema.

Por supuesto que lo hay, siempre los hay y ni Zero Gavity los puede arreglar.

I'm your Super Hero, and you're mine (Newtmas) [II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora