Aquél café (Golxy) # WYAMAwards2017

Amor a primera vista

Ese café que quedaba prácticamente al otro lado de la ciudad, era el favorito de Golden. Había pocas cosas que extrañaría cuando se fuera y ese lugar era uno de ellos.

El "Five nights at Freddy's" era una cafetería sencilla y pequeña pero sumamente reconfortante, la decoración era sobria pero sin ser frívola como los lugares en los que suele hacer negocios. La gente era muy amable (sospechaba que le gustaba a una de las meseras) y el dueño era tan modesto que, mínimo la primera vez, él recibía a los clientes nuevos con una sonrisa.

Freddy, el dueño, solía ser muy reservado con su vida pero Golden comprendía que muchas veces era necesaria la privacidad. El café era de primera calidad y la zona muy tranquila. Pero ninguna de esas razones lo hacía cruzar media ciudad a las 6 de la tarde, sería absurdo.

La razón por la que no cambiaba de cafetería era uno de los empleados. Sí, Golden había hecho justo lo que no quería: enamorarse en un lugar donde no podía permanecer más que un par de semanas, y lo había cumplido muy bien hasta ahora pero aquel pelirrojo había sacudido su mundo por completo. Esto sería de alguna forma fácil de olvidar (bastaría con dejar de ir) pero cuando tomó la solución de hacerlo se descubrió a sí mismo regresando a ese lugar. Todo era culpa de Springtrap.

Golden y Springtrap habían estudiado en la misma escuela pero debido al par de años de diferencia nunca cruzaron más de un par de palabras. Fue hasta años después de terminar la escuela, cuando Golden se independizó y disfrutaba de su juventud, que se volvió a encontrar a ese chico en un bar gay. Cuando el más alto se acercó, pensó que quería coquetearle pero resultó que lo recordaba de la escuela y le dio nostalgia encontrar personas de esa época.

Ese día pasaron todo el rato platicando como si fueran amigos de toda la vida y pronto se convirtieron en eso. Hablaron sobre sus sueños de salir adelante y tener su propio negocio. Así fue como se hicieron socios.

El problema de Springtrap era que, al ser una persona tan sedentaria y sentimental, no le gustaba la idea de viajar a varios lugares para tratar con clientes y dejar gente atrás. Golden no tenía ningún problema con esto, él podía dejar varios lugares sin ningún tipo de sentimiento. Así de frío era.

Pero hoy, en esta cafetería que su socio le había recomendado, y que él por curiosidad y por no desairar a su amigo, había sido flechado.

El rubio no creía en el amor a primera vista, lo consideraba estupideces mercadotécnicas para que las niñitas creyeran que algún día su vida podría ser más interesante. De hecho no creía mucho en el amor; creía en el respeto, la admiración, el cariño y la comodidad que podia ofrecerte una persona. Pensaba que los matrimonios se daban por un acuerdo que garantizaba no morir solo o un momento de calentura que resultaba en indeseada decendencia, pero de ahí a morir por alguien y cosas así, se sentía ajeno.

Era un jueves por la tarde, el clima era frío y se encontraba por la zona. Un café le apetecía bastante en este momento.

Al llegar fue recibido por una linda chica de ojos violetas, la cual lo trató como si fuera un viejo amigo que estuviera esperando desde hace mucho tiempo. Le dio una mesa y le mencionó las especialidades del día. Pronto llegó su capuchino mediano con doble azúcar junto con un hombre de cabello castaño.

-Usted parece nuevo, deje me presento. Soy Freddy, el dueño del lugar y, como una vieja tradición, saludo a los clientes nuevos personalmente su primer día aquí. -Terminó el dueño con una sonrisa, el rubio se sintió un poco abrumado por tanta atención pero lo dejó pasar.

-Sólo vengo de paso, estoy de viaje.

-Entonces espero que su estadía por hoy sea lo más confortable posible. -Golden sonrió, el lugar no era lujoso pero el servicio era perfecto. -¿Gusta algo más? Foxy puede traerselo, ¡Foxy! -El rubio estaba a punto de negarse pero las palabras quedaron trabadas en su garganta.