Mensaje no enviado.
Noviembre 11, 2016.
01:10
Ya ha pasado tiempo, y aún te amo. Cada noche que pasa, en vez de irse desvaneciendo mi amor, va aumentando. Te amo en silencio porque ya me cansé de gritártelo. No me culpes si me pierdo de tu vida, porque me botaste tantas veces, que ya no recuerdo cómo llegar a ti. Prefiero recordarte por el amor que fingiste esta última vez que estuvimos juntos, que a odiarte por lo que hiciste. Al fin y al cabo cuando te creía, era feliz. Y todavía que lo recuerdo, me vuelvo a preguntar por qué tuviste que hacerlo. Y vuelvo a sentir la enorme e hiriente lanza atravesándome el pecho, que sentí aquella noche, cuando estaba tirada en el frío piso de mi habitación, con lágrimas llenas de odio y de coraje, mientras escuchaba que por el teléfono que con mis manos temblorosas sostenía, me dijiste que la habías besado y ya no querías nada más conmigo. Quiero hacerte un favor. Sé libre y no te culpo de nada. Creo que debiste haber estado tan cansado de fingir que me amabas, que ahora yo me cansé de querer creerlo. Pero ya no tienes que seguir fingiendo todo ese amor por mí, porque acepto la verdad. Acepto que si así quisiste las cosas, así deben ser. Acepto mi culpa, y me disculpo por haber sido todo este tiempo, un costal lleno de peleas y problemas en tu vida. Pero lo intenté, intenté amarte y hacerte feliz. Aunque no pude. O simplemente no te fue suficiente mi inútil amor. Pero a pesar de sólo haberte causado problemas, discusiones y malos ratos, te amé. Te amo. Y eres la mejor persona que pudo haber entrado a mi vida. Cada segundo de mis días, de mis noches, te recuerdo y le pido a Dios por tu bienestar, sin mencionar ni siquiera el mío. Hace más de dos semanas que no te veo, estoy muy preocupada. No tengo ni idea de nada, pero volví a perder el sueño por ello. Estoy realmente angustiada, a pesar de que no debería. Deseo con toda mi alma que no te hayas ido de la escuela, y pueda volver a ver tu silueta rondando por ahí pronto. Cuídate mucho, te lo pido por favor.
