Bipolarity \\ J.S.

1. Normal

«El bipolar Johnny»
14//11//2016 3:08 am

Sigo aquí. Tendido en mi cama. Mirando la oscuridad.

Crujidos; es lo único que alcanzo a escuchar aparte de mi respiración agitada, otra noche más con ataque de nervios y pesadillas. No es que me asusten, ya me acostumbré a ellos, solo que algunos pasan mis límites, otros solo quedan archivados como "no-tan-aterrador" o "ya-lo-he-tenido" o como "otro Johnny" los calificaría: sueños placenteros y perfectos.

–Hey, no hay de qué asustarse – me dije a mí mismo –tan solo... otro susto... de los que siempre... tienes.–

Me siento, al frente mío se puede contemplar el perfecto pasillo en oscuridad plena, perfecto para que algún asesino de una película de terror apareciera sonriendo sicópatamente sosteniendo un cuchillo. Una corriente de aire tibio llega a mis párpados, me invita a cerrar los ojos y conciliar el sueño, pero la curiosidad de la oscuridad me tentaba más que vivir otra pesadilla de las mías. Descalzo me levanto de la cama para caminar por el pasillo de tonos azul oscuro ¿Una parte de mi rutina era despertar a las tantas de la noche y vagar por mi casa como un espíritu? Lamentablemente sí, quedarme en mi cama revisando si había alguna chica para ligar conectada me da mucha pereza, y más tener el teléfono sin batería, y tener que ir a buscar el cargador del móvil a donde el diablo perdió el poncho.

Vivir en un piso cinco digamos que tampoco me mejora el panorama. Cualquiera saldría a ver cómo están las estrellas; refrescarse con el aire frío de la hora o ver si hay algún vecino despierto, pero si te da por tener un trastorno, lo más probable es que te de por saltar... y lo mejor es tener una que otra cosa "por si llegara a pasar". En fin, me siento  en la terraza con un vaso de agua y aún medio soñoliento tomo uno de mis libros. Digamos que mi terraza es mi biblioteca/estudio. Mi casa tiene un particular orden, que quieres que te diga.

-¿Cómo adquirí esto?- me pregunto  Es un libro al azar que tomo de la pila, tiene una portada blanca, una silueta anaranjada sostiene un cerebro sobre su cabeza y tiene los ojos tachados con unas líneas negras. Fue uno de los primeros libros que me dieron para que me distrajera luego de contarme que poseía este trastorno. Abro una página cualquiera. 407 "–ya tienes lo que quieres, lárgate– dijo cortante la voz femenina. –de hecho, no me interesa eso– dije, señalando la carreta –tú eres lo que en verdad quiero–". Y ya recuerdo por qué había sido que me lo entregaron: en ese tiempo, me la pasaba la mitad del día vagando en la biblioteca del hospital, en busca de libros de literatura juvenil o algo que no fuera sobre alimentación y esas cosas. Ese día me llamaron para contarme sobre el trastorno. Al ver lo relativamente "bien" que me tome la noticia, me dieron de alta y el libro. Al fin algo que no fuera medicina. Acaricio la portada con ternura y tiro el libro de vuelta a la pila de donde lo saqué.

Bebo algo de agua, –estaba buena para hacer algo de té– y sigo hurgando entre mis pilas y pilas de libros que tengo alrededor. Llego hasta una caja que dice "hasta siempre, Johnny" en lo que solía ser rotulador negro, por el tiempo ya no se leía con claridad.

Esa fue la caja que me dio... no recuerdo bien su nombre, pero fue uno de los que más me apoyó durante el tiempo que estuve en tratamiento. Lo único que recuerdo era lo bien que hablaba en distintos idiomas... y creo que era de alta estatura...

* * *

Y por eso no acostumbro a tomar
malteadas // 4:15 am