Odio todo de ti.

CAP 17. Primer día de clases

ฅ^•ﻌ•^ฅ

~Taylor~

Hoy será un buen día, puedo sentirlo. Mi primer día oficial en el instituto, dos días sin asistir ya es mucho.

Que horror. Eso sonó nerd. Como sea.

Me levanto de la cama y voy al armario. Si, ya acomodé mi ropa ahí ¡Adiós flojera! El armario de Gee tenía suficiente espacio de sobra.

-Bueno, como es un día especial- Uy si, como no-. Llevaré...-empiezo a buscar entre mis playeras negras-. esta-Ok, hay miles iguales pero esta me gusta. Una vil playera negra en cuello v.
Jeans y converse del mismo color. Oh y mi suéter azul. Puedo olvidar mi ropa interior pero no mi suéter.

Hora de intentar quitar mi cara de zombie. Mi rutina diaria: lavarme los dientes, la cara con un jabón que huele a coco pero no es de coco - eso lo se porque una vez lo probé y no, no sabe a coco- ponerme un poco de crema hidratante con protección solar en la cara y el cuerpo.
Listo.
¡Ah! Casi lo olvido.. Atar mi cabello en una cola de caballo, alta.
Me pongo un poco de perfume que me regalo mi tía hace tiempo y agarro mi taza favorita para ir por un poco de café.
Rayos, ya me lavé los dientes. Bah, puedo lavarmelos otra vez.

Después de esperar a que los chicos terminen de comer nos subimos al auto de Frank. No tiene caso contaminar el planeta con cuatro autos más. Aunque si alguno de nosotros quiere ir a otro lado después de clases, primero tiene que ir a la casa por su auto y luego puede ir a donde se le antoje.

Yo no tengo problema porque con las únicas personas con las que puedo salir son con Sarah y Francesca y ambas tienen auto, así que ¡Ja!

****

-I didn't want to be the one to forget. I thought of everything I'd never regret. A little time with you is all that I get. That's all we need because it's all we can take- ¿Cantaré así de bien sin los audífonos? No lo creo.

Nos avisaron que no tendríamos clase de danza porque la maestra no se que, entonces con mi mejor sonrisa fingida les dije a Sarah y a Frances que tenía unas cosas que hacer y no muy convencidas me dejaron ir.
Y aquí me encuentro, tirada en un jardín cerca de la cancha de football, al parecer nadie sabe de su existencia. Pero cerca de estar aquí para admirar a los chicos entrenar, estoy escuchando música, viendo las nubes pasar, pensando en lo triste que es mi vida.

Hora emo.

¿Cómo un jardín tan hermoso como este puede estar escondido?

Me siento con las piernas cruzadas y arranco una pequeña flor amarilla.
Es tan bella, a pesar de haber tantas, cada una es única, tienen algo que las hacen especiales, algunas tienen pétalos de más, otras tienen de menos, cada una tiene un aroma agradable, todas distintas.
Saco un espejo de mi mochila-si, ahora puedo ver mi reflejo en el cristal sin darle tanta importancia a mi aspecto.Después de esa noche jugando Xbox ahora me doy cuenta de que no era tan difícil- y me miro fijamente, o más bien, miro mis ojos, necesitaba verlos, mis papás siempre me decían que eran preciosos.
Recuerdo las palabras de mi papá con una sonrisa: "Tendré que cuidarte de los chicos cuando seas una señorita, pequeña" la frase es algo parecida a la que dijo Frank hace días.

Sonrío con ironía, creo que tendría que cuidarlos a ellos en vez de a mí.

Nunca se sabe en que momento puedo revelarme y matar a todos.

Si tan sólo estuvieran aquí, todo sería tan diferente. Los extraño tanto.

-¿Por qué se fueron?- exclamo como una loca, hablándole al cielo-. Me abandonaron en esta porquería que llaman vida- muy bien, estoy muy dolida y no es para menos. Tuve un encuentro con Las cats. Frank no es el único que piensa en un apodo para mí.