Hermosa.
Yo no me consideraba hermosa. Siempre tenía el deseo de ser más delgada, pero no importaba el esfuerzo que hacía; simplemente no podía. Tengo el mismo cuerpo que tenía mi abuela, al igual que tiene mi madre.
Caderas anchas, cintura ligeramente delgada y pechos promedio.
Me gustaba, algunas veces me gustaba ser así. Pero los chicos u hombres que se acercaban a mí lo hacían por mi cuerpo. Yo siempre quise que alguien se acercara a mí por querer saber más de mí. Qué música me gusta, los programas de televisión que odio o tal vez los libros con los que he llorado. Cuál materia es la que odio, quiénes son mis amigos. No importa si eran muchas preguntas; yo amo que me hagan preguntas.
—Jolene, amor.—Mi madre entra a mi habitación. La soltera más hermosa del pueblo. Sus ojos azules me examinan.—Cariño, deja de mirarte en el espejo. Ya hemos hablado de ésto, eres muy linda. Tienes un cuerpo espectacular...—Comienza animádamente.
—Mamá, no es eso. Quería saber cuántos lunares tengo.—Miento y ella suelta una risa.
—Oh, bueno. Entonces..., ¡tengo algo qué decirte!—Exclama y me siento a su lado después de colocarme mi bata.
—¿qué es?—pregunto.
—¡La tía Wendy vendrá!—Grita con entusiasmo.
Ay, no.
—Mamá, sabes que no me agrada. Y también sabes que a ella no le agrado.—Intento mantener la calma.
—Son vacaciones de navidad y nuevo año, bebé. Wendy es lo único que tengo—Wendy, hermanastra de mi madre, es una perra.
—¿y ahora con qué hombre vendrá?—Durante los años que ha venido en las vacaciones ha traído a siete hombres diferentes. Con tres de ellos estuvo casada, los otros eran novios. ¡Uno de ellos era su amante! Es una descarada sin remedio. Claramente todos estos ricos, grandes empresarios con buen sueldo.
—No recuerdo. Creo que es dueño de una agencia de autos muy importante. Es británico.—Mi padre era británico.
Ese maldito traidor.
—¿qué tal si paso navidad en casa de una amiga?—Propongo.
—Amor, no voy a permitir eso. La navidad se hizo para pasarla en familia.—siento mi sangre hervir, significado de que voy a explotar.
—Ella y un idiota diferente que trae cada año no son mi familia. Es una maldita traidora. ¡Vamos, mamá! Admite que es una estúpida traidora y cualquiera.—Escupo.
—¡estás hablando de mi hermana!—Exclama, ofendida.
—Hermanastra, mamá. Estoy hablando de la hermanastra que te robó A TÚ MARIDO—Claramente estoy muy furiosa.
—Lo he dejado en el pasado.—Habla con tanta tranquilidad que incluso me causa sentir más furia.
—Sabes que ella te cree una idiota, ¿verdad?—Gruño. Y ella me mira, sus ojos derramando lágrimas hacen que el corazón duela.—Mamá, yo...—Quiero abrazarla, pero me interrumpe.
—Dejalo así, Jolene. Ya sé que no puedo contar contigo.—Se levanta de mi cama.
—No digas eso, mamá. Claro que cuentas conmigo. Solamente.., sabes que la odio.—Ella suspira y limpia sus lágrimas.
—sentir odio no está bien, te destruye.—Perdí la cuenta de cuántas veces me ha dicho esto.
—Sí, como sea. ¿cuándo llega Wendy?—Pregunto.
—Mañana por la mañana.—Responde y cierra la puerta.
Suelto una carcajada porque ella ha escapado. Miro al calendario en mi mesita y es 22 de diciembre.
—¡Mañana iremos a comprarte un vestido!—Grita y en ese momento escucho sus pasos bajar las escaleras.
No me permite protestar y, en realidad, ya no quiero hacerlo. Creo que la lastimé suficiente y siento culpabilidad.
Suelto un largo suspiro y me acomodo en mi cama.
Mañana será un largo día.