Tía Hannah al final de la escalera me miraba como si fuese a llorar en cualquier instante.
- Savannah, estas hermosa - dijo ella mientras el tío Gerard la abrazaba mirándome con cariño.
- Gracias tía, tu estas estupenda esta noche el morado definitivamente es tu color - ella sonríe y acaricia mi rostro.
- Y el tuyo definitivamente son todos los colores, mira que maravilloso te queda ese vestido celeste, ya no eres una niña y eso está a simple vista - ella no dejaba de parlotear de camino aquel dichoso baile diciéndole al tío Gerard como Lady Morrison y su hija la habían dejado plantada después de atentar contra mí y Suzanne.
- Tía, no te alteres. Yo estoy bien, fue solo un susto sin importancia, y lady Suzanne y su madre han decidido ignorar totalmente a las damas... haz tu lo mismo, pero deja de pensar en ellas, no te mortifiques por favor - tomo su mano entre las mías para tranquilizarla.
- Savannah tiene razón Hannah, esas son solo las peores damas que has tenido la desdicha de conocer. Sácalas de tu círculo, eres la esposa de un duque, deben respetarte. Aunque tomare cartas en el asunto, nadie menospreciara a mi sobrina favorita- ella sonrió con cariño hacia él y le acarició el rostro surcado de arrugas.
- Esta bien cariño - y justo cuando el replicaría sobre las demostraciones de afecto en público nos detuvimos y el lacayo abrió la puerta de la calesa por la que el tío Gerard bajo casi a la carrera mientras tía Hannah reía. - Es un viejo gruñón - a lo que yo no pude más que reír.
La casa en la que hoy estábamos era deslumbrante las paredes blancas toques dorados y verdes con los pisos de mármol pulidos daba una alusión de ser mágicos. Cada detalle era hermoso.
- Hermoso ¿Verdad? - susurro tía Hannah a mi oído – Lady Abramson duquesa viuda de Bedford es una gran amiga mía, tiene una hija de tu edad la conocerás pronto y tal vez a su... - no termino de hablar porque justo delante de nosotros estaban Lady Morrison y su hija ignorándonos completamente.
- Esas grandísimas.... - ella murmuró apretando mi brazo - Quiero que vengas a mi directamente si esa pequeña bribona de Amanda se atreve a tocarte un pelo - yo asiento pero ella estaba tan concentrada fulminándolas con la mirada que ni siquiera me vio - ¿Me has oído Savannah?
- Si tía Hannah - digo viendo hacia el frente sin mirar a las damas de nuevo.
Llegamos a una ventana donde se puede ver el jardín hermoso que rodea parte de la casa.
- Lord y Lady Remington, que bueno que hayan venido - la voz de una mujer me hace sacar la mirada de la ventana para girarme y encontrar una elegante mujer ataviada en un vestido marrón sobrio que trae con ella a una chica de cabello castaño casi rojo centelleante con sus ojos verdes fijos en mí como si me evaluara, mientras pasa su mano libre por su vestido gris de encajes blancos hermosos.
- Lady Bedford - dice tío Gerard con formalidad saludando a ambas damas para luego irse tras un caballero.
- Anastasia que velada tan hermosa has organizado esta noche - dice tía Hannah maravillada viendo alrededor - Lady April que hermosa luce esta noche - la chica sonríe amablemente.
- Ella es Savannah, mi sobrina... se acaba de mudar conmigo a Londres - yo sonrió y hago una reverencia a ambas damas y ellas parpadean un par de veces y se ven entre ellas - Savannah ellas son Lady Bedford y su hija Lady April Bedford.
- Es un placer conocerlas, y si me permite decirle que su casa parece sacada de un cuento mágico - la chica parece sonreír de manera forzada mientras me ve sin reparo. Mientras Lady Bedford no deja de sonreír y mirar alrededor.

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Hermosa Condena (Libro #1)
Tarihi KurguSavannah Ainswoth hija del conde de Ibree era lo que la sociedad había titulado como ángel. Porque a su corta edad era una mujer con todas sus letras, era hermosa y delicada que con solo llevar un par de días en Londres todos los que la veían quedab...