Capitulo Uno

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El día de la mudanza

Es increíble el como el sol puede hacer más alegre un día, el cómo se iluminan las nubes, que, a medida que avanzo por la carretera, se pueden apreciar cada vez más hermosas, tan bellas, tanto que perfectamente alguien podría confundirlas con una hermosa pintura.

Voy de camino a mi nueva casa, mis padres dicen que el nuevo vecindario es muy lindo, nunca me habían permitido ir por que querían que fuera una sorpresa, el fraccionamiento era nuevo y mis padres construyeron la nueva casa ahí por que su compañero de trabajo y mejor amigo vive ahí y se lo recomendó a mi papá, mis padres estaban hartos de nuestro antiguo vecindario, principalmente por las innumerables fiestas nocturnas de los vecinos que no los dejaban dormir.

Mis padres me contaron que ellos ya habían conocido a los nuevos vecinos, y que ellos eran muy agradables, pero de todos, los que eran más amigables eran los watters, una matrimonio joven y su hija, me contaron que, cuando fueron a llevar las cosas de la mudanza, ellos los recibieron con una deliciosa tarta de moras, me hubiera gustado estar presente ahí, mi campamento de verano no fue tan emocionante como yo pensaba. Bueno, de todas formas ya podré conocerlos, ojalá también haya chicos que les guste los videojuegos y el soccer tanto como a mi.

Llegamos a la entrada del fraccionamiento, la entrada es demasiado linda, dos enormes pedestales de mármol la conforman.

Avanzamos por unas cuantas calles hasta llegar a una enorme casa situada en la esquina de la manzana,  me pregunto quien vivirá ahí, no me gustaría convivir con hijos de papi.

Mis padres detienen la camioneta, y mi madre voltea su cabeza para mirarme y me sonrrie.

-Hijo, es aquí, bienvenido a tu nueva casa.

Okey, eso no me lo esperaba.

Tardo unos instantes en responder, creo que la casa es demasiado elegante comparada con la antigua. Había escuchado que a mis padres les iba bien en el trabajo pero jamás creí que fuera para tanto.

-Es hermosa madre.-dije, sin quitar la mirada de aquella casa.

-Me alegra que te guste.

Bajo de la camioneta y observo a los trabajadores de mudanza meter una enorme sala, igualmente muy hermosa. Tenía ganas de mirar mi habitación. Le pregunto a mi madre donde se encuentra, y me dirige a mi habitación, cuando entro ya todo se encuentra ordenado, le agradezco a mi madre que se haya tomado el tiempo mientras yo estaba fuera, las paredes están pintadas de un hermoso color azul turquesa. Abraso a mi madre y ella esboza una linda sonrisa.

-Los chicos de la mudanza estarán aquí durante un rato, ay unas canchas se soccer en las siguientes dos cuadras ¿Por qué no vas a jugar? dice al mismo tiempo que me ofrece un  balón.

-¿En serio? ¡wow! ¡claro!.

Tomo el balón y salgo disparado a las enormes canchas.



La chica de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora