I.

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―¿Amor? ¿De qué diantres hablas? ―Preguntaba el diablo del fuego a uno de sus subordinados, al más vago de todos.

―Así es Señor Ivlis, "amor" ese sentimiento único con alguien. ¿Usted no lo sabe? ―Respondió el demonio de gafas de sol.

―.... Yo no siento ese tal sentimiento. Me parece algo absurdo sentir algo así.

Era doloroso, doloroso saber que aquel diablo jamás sería amado, dolía tanto saber que nadie quería a aquel diablo, nunca ha sentido ese sentimiento con nadie. O al menos eso creía.

Mientras daba largas caminatas como era de costumbre a altas horas de la noche, Ivlis recordaba aquella insignificante palabra cada minuto.

"Amor, Amor, Amor, Amor."

Le daba un gran dolor al recordar esa maldita palabra. El jamás iba a ser amado y jamás va a amar a nadie.
De repente, unas lágrimas empezaban a caer sobre sus mejillas.

―¿H-He? ¿Lagrimas? Soy tan débil.. Soy tan débil creyendo que alguien al fin podría amarme.―Dijo mientras las lágrimas seguían cayendo. Su dolor aumentaba más.

Pero, había alguien, había alguien que amaba a aquel diablo.
¿Amar? Bueno, no exactamente ese amor...

―Cu-ca-ra-cha~ ―Se escuchó una voz proveniente de las sombras, el diablo reconoció esa enfermiza voz al instante. Ivlis algo asustado por lo que sabía lo que le parecía si ese tipo lograba atraparlo.

No había lugar donde ir, no había sitio donde esconderse ni siquiera tenía alas para poder volar lejos de el, sólo le quedaba esperar a que ese hombre enfermizo volviera a utilizarlo simplemente como un juguete sexual.

Si, ese era el tipo de amor que Satanick le demostraba a Ivlis.
El no podía hacer nada para evitarlo, seamos sinceros, Ivlis no es lo suficientemente capaz de defenderse de aquellas personas que le han lastimado.

Siempre ha sido asi, siempre lo han tratado de esa forma, era verdad, nadie quería a ese pobre diablo. Ah sufrido tanto.. Desde ser el juguete de alguien que sólo desea placer y el rechazo de su padre quien sentía profundos sentimientos hacia el.

Se había rendido de intentarlo, se había rendido de pensar de que alguien lo amaba en verdad, el jamás sería amado.
Jamás sería salvado de su propia soledad y dolor que había crecido en el desde años.

Jamás comprendería lo de ese extraño sentimiento. Tan sólo..

Se rindió.

Ya ni siquiera le importaba que ese maldito lo tomará como siempre y abusara de el cada miserable día de su vida miserable.

Algo dentro de el se había roto ahora, se sentía vacío, como si una gran oscuridad invadiera su ser, así es. Se rindió. No lo volvería a intentar, no intentaría volver a enamorarse de alguien que ni siquiera le importará los sentimientos de este diablo.

¿Es doloroso, verdad? ...

El otro diablo ya estaba sobre Ivlis quien notó al instante la expresión vacía de su presa.

―¿Qué ocurre cucaracha? Esa expresión en tu cara.. ¡¿SIGNIFICA QUE ÉSTAS FELÍZ, VERDAD? Haha, Me encanta tu expresión.. ¡Pero tampoco sean tan frío cucaracha! ¡Vamos! ¡Di que me amas!

―Jamás podré amarte, Satanick. ―Dijo Ivlis fríamente.

―¡¿Ah?! ¡No seas tan frío cucaracha! ¿Que no tienes miedo?

―Si tanto "me amas" ¿Porque no me tratas como tal? Siempre.. ¡SIEMPRE ES LO MISMO! ¡Sólo haces mi vida más miserable de lo que ya es! ¡¿NO ESTÁS SATISFECHO?! ¡Me Haz herido tantas veces! Y no hablo simplemente de mi cuerpo.. ¡TAMBIÉN TENGO SENTIMIENTOS! ¡¿Porque no comprendes que me haces más daño de lo que tu piensas que me haces!? ―Las lágrimas empezaron a inundar los ojos de Ivlis, caían por sus mejillas, algo hizo sentir al otro.. ¿Mal?

Satanick se quedó paralizado por todas esas palabras, empezó a sentir algo raro en el. ¿Culpabilidad?

¡¿Qué?! ¡¿Culpa?! ¡¿Por esa cucaracha?! ―Pensó el diablo.

La culpa empezó a mostrarse en Satanick, ¿De verdad sentía culpa de todo lo que le había hecho pasar a Ivlis. El hecho de que ahora sintiera una pizca de culpabilidad de haberle dado parte de infelicidad al diablo lo hacía pensar, recordaba aquellos momentos donde lo torturaba y usaba como su juguete, una sensación muy rara en el como la culpa se había hecho presente frente a el. 

Mientras estaba perdido en sus pensamientos el otro solo limpiaba sus lágrimas, ya tenía tiempo de que no lloraba, se sentía realmente bien, de vez en cuando llorar es la mejor forma de liberar todo ese dolor que uno lleva dentro, llorar era lo que hacía que Ivlis estuviera completamente tranquilo ahora, esa gran sensación de calma que te hace olvidar lo que estas pasando o simplemente desahogarse de aquellos problemas que te rodean.

hubo un gran silencio, ambos diablos se habían quedado callados, no se escuchaba nada más que el viento sacudir los arboles. Distanciado uno del otro, como si una gran barrera les impidiera reunirse, lo sabía Satanick, nunca antes había visto a su cucaracha tan desanimada, era una de las pocas veces que entendía todo lo que habría estado pasando, empezó a comprender a Ivlis, todo lo que le había hecho, todo lo que ha sufrido debido a esas torturas casi diarias, ese dolor que se había acumulado en años dentro de ese demonio. 

De pronto las miradas de ambos demonios se cruzaron, por alguna razón Satanick se sentía demasiado nervioso como si quisiera decir algo pero sin el suficiente valor para decir algo, el pánico también se hizo presente, muchos sentimientos que el no solía sentir ahora podía sentirlos.

¿Por qué...? 

Aquellos sentimientos habían sido provocados por Ivlis, aquel demonio había hecho despertar tales sentimientos en un demonio como Satanick, era sumamente extraño, en esos instantes Satanick se encontraba en una situación demasiado incómoda, no sabía que decir el contrario solo se le quedaba viendo como si estuviera esperando que dijera. De pronto, se armó de valor. Quería ahora decirle a Ivlis algo.. La verdad no estaba seguro de sus palabras.

  ―Ivlis.. Yo..―Empezó a decir, sentía nervios de arruinar algo con alguna palabra que saliera de su boca, al parecer no tenía nada más que decir, de nuevo un gran silencio rodeó el lugar, cuando estaba a punto de decir algo, el otro demonio se le adelantó.

   ―Da igual lo que digas.. De todas maneras no creo que haya otra forma de que tú logres herirme como siempre. Me haz herido tanto.. Solamente déjalo así.

  ―¡Ivlis yo te amo! ―Exclamó Satanick lanzándose a Ivlis empezando a besarlo, se separó. ―Perdóname Ivlis...―Dijo con una leve sonrisa en su rostro, esperando así la respuesta del otro.

  ―No.. Yo no puedo amarte.

Aquellas palabras habían sorprendido a Satanick, como si le hubieran enterrado el cuchillo más afilado en el pecho, ahora entendía perfectamente cuando Ivlis se sentía rechazado. 

―No puedo amarte..―Siguió diciendo Ivlis..―Lo que haz dicho no es verdad, tú ni siquiera me amas, nunca más caeré en tus engaños y los engaños de la demás gente. 

Satanick no comprendía, la culpabilidad lo devoraba cada vez más, ¿fue una completa farsa lo que dijo? Probablemente si, quizás solo lo dijo para evitar que la culpa se expanda más pero resultó todo lo contrario. Ahora la culpa aumentaba cada vez más. 

Se sentía demasiado doloroso.

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⏰ Última actualización: May 10, 2017 ⏰

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『I don't love you』 >Satanivlis< |Funamusea|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora