Capítulo 3: Perfect.

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Limpiar, es una paradoja que nos enseña cómo somos, deseamos orden en medio de nuestro desorden, somos quienes lo provocamos y los únicos que podríamos resolverlo de manera que nos agrade.

La vida parece ser así, desordenada en miles de aspectos pero somos nosotros los únicos que depurando, logramos establecer un orden en este caótico colectivo; podríamos llamar a esto elecciones, prioridades y decisiones, que sin importar lugares que ocupen en nuestra vida se vuelven motivos para vivir y para sacar el animal dentro de nosotros para defenderlas.

En este momento mi vida fue reflejo de esto, quise establecer orden en medio de mi caos.

Todo ser humano busca entender que lo hace distinto y muy en el fondo sabe la respuesta y es que necesita una forma de que lo amen, esta forma se podría saciar de acuerdo a como él decida. Todos compartimos ese deseo y sí, yo también, después de todo soy humano.

La perfección es solo una consideración o una forma de apreciar lo que tenemos alrededor y también a quienes tenemos alrededor, las personas que consideramos perfectas solo son la conjugación de nuestros deseos y al menos en su momento ella lo fue para mí.

De elegante figura, cabello castaño, piel blanca y con ojos que escondía del mundo, ella me cautivó y para mí fue perfecta. El tiempo no muestra como son las personas, las personas se muestran solas y como flores se abren a todo aquel que eligen para esto, quiero creer que conmigo así fue. No estaba preparado para enamorarme o enamorar a alguien pero ella me ayudo a salir de mis dudas y en agradecimiento yo también a ella, su valentía al momento de revelar su querer por mí, me hizo sentir confundido ya que no pensé en gustarle al principio, digo sé que hay gracia en mi pero no consideré que para ella resultara atractivo. Esa noche mí corazón volvió a latir y fue perfecto, mi alma no dudo en despertar y responder, sorprendido de que ya no era yo el que respondía, exclamé: Despertó... "y estoy vivo. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre, y tengo poder sobre la muerte". Conocí la muerte y viví con ella pero ahora ella me salvaba con un simple corazón.

Las bases se pusieron y las consideraciones estuvieron a la orden del día, bienvenida fue su presencia en mi vida y yo en la de ella, fechas especiales como los cumpleaños para mí nunca tuvieron sentido, es decir ¿por qué celebrar tu envejecimiento? Con ella olvidé ese pensamiento y entendía que eso era especial para ella y ella lo era para mí, tanto que nuestro primer beso fue el regalo.

Ese momento fue perfecto, ella lucia perfecta, todo fue perfecto.


Todo fue perfecto, menos el final.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora