Una nueva forma de ver las cosas
Tengo demasiado sueño, ayer me desvelé hasta las 2:00 am, mirando las estrellas, en mi patio trasero con mi telescopio, el único artefacto que me hacia sentir cerca de las estrellas y de mi abuelo, él me lo regaló el día de mi cumpleaños, hace siete meses, él falleció hace cuatro. Aveces lo extraño, él me comprendía más que ninguna otra persona, todos mis problemas los escuchaba, a pesar que mis padres también lo hacen, no es lo mismo, jamás sera lo mismo. Me recuesto en mi cama hasta quedarme profundamente dormida.
Me despierta un claxon de lo que parece un camión, me enojo, no me gusta que me despierten, así que salgo de la casa para ver qué está pasando, me encuentro con lo que parece ser un enorme camión de mudanzas, veo que se estacionan en la casa de los nuevos vecinos, mis padres y yo fuimos a recibirlos la semana pasada, pero al parecer a penas se están mudando, veo que de la camioneta sale un chico, debe ser su hijo, parece de mi edad, a simple vista me parece guapo, es delgado, de pelo castaño, alto, veo que abrasa a su madre, y entra casi corriendo a su nueva casa.
Entro de nuevo a mi habitación, me propongo leer mi nuevo libro, lo compré cerca de una librería de mi escuela, éste se titulaba "El psicoanalista" de un autor cuyo nombre me resulta imposible pronunciar.
Después de unos segundos, se escuchan gritos de chicos cerca de las canchas de la privada, por suerte desde la ventana de mi habitación se pueden apreciar, no detalladamente, pero con mi telescopio si. Lo instalo cerca de mi ventana, y lo dirijo hacia las canchas de soccer, lo primero que observo es a aquel chico, jugando con quienes parecen Antoni, Brandon y otros chicos, parece que el nuevo no tiene problemas para las amistades, ya que, si pudo hacerse amigo tan rápido de Antoni y Brandon cuyo carácter es más difícil que cocinar lasagna, eso debe significar que el nuevo chico debe ser muy agradable.
Lo miro más y más, creo que lo que más me gusta de él son sus hermosos ojos grises, si, eso debe ser, no juega tan mal, si le gustara leer y ver series en netflix, sería el chico perfecto.
Después de un rato dejo el telescopio y vuelvo a dormir.
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La chica de las estrellas
Genç KurguDespués de haberme mudado a mi nuevo vecindario conocí muchos amigos, más de los que ya tenía antes, en mi nueva habitación había una ventana en la cual se podía apreciar la casa de los whatters, una familia de una pareja joven (29 y 32 años) y su h...
