Durante el segundo curso de instituto, Yume Hatsu fue transferida a un centro en las afueras de la ciudad, y desde que llegó, Taka nunca la vio relacionarse con el resto de la clase.
Takahiro Morita era un chico de lo más normal. Se dejó el pelo largo cuando empezó la secundaria y se unió al club de música. De piel bronceada y ojos oscuros, y una cabellera negra que le aportaba el aspecto de un león. El chico observaba con atención a Yume. Ella, distraída y sin percatarse de que la estaban observando, tenía sus ojos rosados clavados en el horizonte, por dónde el sol justo empezaba a despertarse. Los mechones de pelo le caían lacios y negros hasta la cintura, enredándose en el pañuelo rojo del uniforme que reposaba sobre su pecho, moviéndose lentamente al son de su respiración.
Había algo misterioso en ella que le llamaba la atención. No hablaba con nadie en el colegio, y cuando acababan las clases, volvía sola a casa. Pasaba las clases de educación física sentada en un banco del patio, observando a los demás. Se rumoreaba que tenía problemas de salud, pero nadie sabía del cierto si dichos rumores eran simplemente eso, rumores.
No fue hasta mitades de Junio que los caminos de Yume y Takahiro se cruzaron, cuando el chico se dirigía a enfermería para echarse una siesta, puesto que la guardia la hacía un compañero suyo y pasaba allí los ratos muertos.
- Eh, tío, voy a saltarme la siguiente clase así que préstame una cama para tumbarme ¿Quieres?
- ¡Ahhh! – una voz femenina perforó el oído de Taka.
- Q... Qu... - tartamudeó éste mientras un par de ojos rosados le miraban con puro pánico – ¡L... lo siento muchísimo! ¡No sabía que estabas aquí, no era mi intención!
Los ojos del chico repasaron su cuerpo desnudo; el sujetador de encaje azul claro sobre su blanca y perfecta piel... no pudo evitar apartar la mirada. Pero hubo algo más que la figura semidesnuda de Yume que llamó la atención a Taka. Algo metálico que reposaba sobre su pecho izquierdo.
❤ ❤ ❤
- ¿Conoces la enfermedad del corazón llamada "koku haku"?
La voz de Yume resonaba por la azotea del edificio. La brisa le movía el flequillo. Taka presionaba una bolsa de hielo contra su mejilla, lugar en el que la chica le había plantado un buen bofetón.
- La he escuchado antes, hace unos años un famoso murió a causa de eso y se hizo bastante conocida.- respondió él.
- Si, esa es.- susurró ella desviando la mirada de los oscuros ojos que no se apartaban de encima suyo en ningún momento.- Es una enfermedad rara que sólo afecta a una de cada millón de personas. Un músculo más débil de lo normal hace que el latido del corazón afectado sea más débil. Está en la misma categoría que la cardiomiopatía. ¿Sabías que el número de veces que el corazón de una persona late, se define en el mismo momento del nacimiento? Pero alguien que tenga esta enfermedad dispone de menos latidos que una persona sana.
Yume introdujo la mano en el bolsillo de la falda del uniforme, sacando un móvil con la mano temblorosa. El aparato producía un pitido regular, sin cesar, siempre al mismo ritmo, pausado y tranquilo.
- Este- dijo mirando el aparato- es el aparato que está insertado en mi pecho. Mira.
Taka cogió el móvil que le tendía Yume. El dispositivo mostraba su ritmo cardíaco, una foto de la chica, así como los datos personales básicos. En la esquina inferior derecha un número iba disminuyendo con cada pitido.
- Este es el número de latidos que me quedan.- Taka notó como se le cortaba la respiración. Doscientos millones de latidos restantes- Si tienes la app instalada y tu identificación, puedes consultar tu propio latido. Me quedan unos doscientos millones de latidos. Puede que pienses que es un montón, pero en unos 6 o 7 años mi corazón dejará de latir. El marcador de pasos de mi pecho es lo que hace que mi corazón no se pare, recordándome el tiempo que me queda. En realidad mi salud está perfectamente bien, pero el precio a pagar es alto... Mi esperanza de vida se acorta en relación a lo rápido que lata mi corazón, por eso no puedo realizar las clases de educación física, tengo prohibido hacer sobreesfuerzos.
Taka escuchaba a la chica con atención. Recordaba que esa misma mañana había pensado que Yume nunca hablaba, y ahora no podía dejar de hablar, cómo si lo hubiese escupido todo de golpe. Tenía que ser duro no tener amigos a los que contarles esas cosas, pensó Taka.
- Así que por eso te saltas educación física...- dijo él devolviéndole el móvil. Sus manos se rozaron por un instante. Estaba helada- ¿Porque me has hablado?
- Pensé...- dijo ella sonriendo tímidamente- pensé que si sabías mi secreto decidirías guardarme el secreto en lugar de ir contándolo por ahí. En mi otro instituto me era incómodo hasta andar por los pasillos, había muchos rumores sobre mí. Por tu aspecto, no das la impresión de ser alguien que iría difundiendo rumores.
- Vaya, así que lo has tenido complicado toda tu vida.- dijo él pasándose una mano por la cabeza, algo incómodo.
- No demasiado, a parte de mi corta esperanza de vida todo lo demás es normal.
"Normal, claro." Pensó Taka, dándose cuenta de lo frágil que le parecía allí sentada, con el pelo tapándole la cara y las manos enredadas en un intento de calentárselas. Tenía que reconocerlo. Era muy bonita.
- Pero- la voz de Yume le sacó del trance- en realidad, quiero llevarme bien con todo el mundo. Quiero divertirme cómo ellos. Si las cosas tienen que seguir así, preferiría vivir mi vida al máximo con cada segundo que me queda. Pero mucho me temo que hacerlo sería condenarme a mí misma.
Escuchó como se disculpaba por haberle pegado y haberle hablado tanto rato de lo mismo, pero no pudo prestarle mucha atención. Lo único que le venía a la cabeza era lo triste que parecía Yume, viendo la vida que quería pero no podría tener ante sus ojos. Esos ojos rosados.
- Takahiro, por favor, guárdame el secreto.
- Yume! – girtó Taka de repente- ¿Todo eso que sientes, es de verdad? Porque si lo es, yo... yo... ¡Yo te ayudaré! ¡Te ayudaré a que vivas tu vida al máximo y que el corazón te lata como nunca!
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Tokidoki (Sometimes)
FanfictionYume Hatsu murió a los 21. Y esa cara... Adaptación a novela/ fanfic de One Ok Rock del manga Tokidoki de Naoshi Komi