Capítulo 3

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Ahora sí había metido la pata hasta el fondo. Lexa no veía cómo salir de esa intacta sin que su hermana mayor le diera el sermón del año, estaba hundida y junto con ella se arrastraban sus mejores amigos; Murphy, Finn, Emori y Jasper. Al menos Monty no estaba con ellos.

Tendría que haber aceptado desde un principio que Finn tenía razón. Su primera pista fue el miedo de Jasper por lo que iban a hacer y la segunda que Murphy y Emori estuvieran tan emocionados. Está bien, admitía que no pensó con claridad y se dejó llevar por el momento, al menos asumía sus errores con la frente en alto... pero eso no importaba mucho estando tras las rejas de la estación de policía, con Emori a un lado riéndose y en la celda del frente Finn y Murphy peleando mientras Jasper caminaba de un lado a otro murmurando locuras.

- ¡Sabía que no debíamos ir a ese zoológico! –Finn le gritó a Murphy.

- Relájate, pronto nos van a sacar –se defendió el de ojos azules y saltones.

- Relájate, pronto nos van a sacar –se defendió el de ojos azules y saltones

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- ¿Por qué todo se mueve? ¿Por qué todo se mueve? –Repetía Jasper asustado.

Lexa estaba a punto de explotar, pero prefería dejarse dominar por la calma y no prestarles mucha atención a sus amigos. Aunque las risitas de Emori estaban volviéndola loca. ¿Cómo se habían dejado arrestar de una manera tan tonta como esa? Todo por un jodido tigre. Lo peor de todo era tener que compartir celda con su borracha amiga Emori. 

- Tu hermana te va a asesinar –le dijo Emori, todavía con su risa suave pero aguda, aunque la mirada asesina de Lexa la hizo callar.

- Tu hermana te va a asesinar –le dijo Emori, todavía con su risa suave pero aguda, aunque la mirada asesina de Lexa la hizo callar

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Como si hubieran invocado al mismísimo demonio, Anya apareció echando humo por sus orejas y se pegó a las rejas de la celda. Gracias al cielo esa noche la estación estaba prácticamente vacía, a excepción de ellos y la mujer medio muerta con olor a zorrillo de la esquina... Lexa se preocupó al principio cuando luego de dos horas no se había movido, pero un gas anunció que seguía con su putrefacta vida.

- Lexa Woods, apenas salgas de estas rejas juro que te ahorcare con mis propias manos –Lexa la veía tambaleándose, pero a su defensa todo se movía. Igual intentaba aparentar sobriedad.

Ángel | La amiga de mi hermana (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora