I'm all alone, Hermione. Again.

1.9K 83 2
                                    

                   
Harry Potter estaba en la escuela de Hogwarts cursando su quinto año.
Hace unas horas aproximadamente que habían regresado del Ministerio y sus mejores amigos: Ron, Hermione, Ginny, Neville y Luna estaban en la enfermería para ser tratados por sus respectivas heridas.

Harry, que ya había hablado con Dumbledore en su despacho con respecto a la Profecía, su relación con Voldemort, y el muy especial y significativo sacrificio de su madre; en cierto modo, se sentía furioso por ser El Elegido. No podía evitar pensar que si no fuera él quien llevaba la cicatriz, nada de esto hubiera pasado.

Se sentía agradecido con Snape por haber avisado a la Orden. Por que ellos los salvaron, y los libraron de la situación. Pero en ese intento Harry había perdido a la figura paterna mas cercana que él conocía, a su padrino, a Sirius.

Harry se encontraba muy dolido, asqueado de si mismo: mas culpable, de lo que él habría recordado en toda su vida. Sentía que su mundo era una desgracia; como si el destino no quería verlo... feliz, de una vez por todas. En todas las ocasiones, por no decir siempre, que Harry encontraba la felicidad o algo que lo hacia feliz, este siempre se le escurría como agua entre los dedos. Eran fugaces y él no podía hacer nada para alcanzarlo o detenerlo.

Estaba angustiado, por que ahora todo el peso del mundo caía sobre él. Estaba solo, nadie podía ayudarlo. Él tenia que derrotar a Voldemort porque era su igual, decía la Profecía.

Pero no solo por eso. No, Harry tenia que derrotarlo porque Voldemort le había quitado sus padres y ahora a Sirius. A su felicidad. A las personas mas importantes de su vida y tenia que vengarlos.

Importantes...

La familia Weasley eran muy importantes para Harry, eran como su propia familia, sangre de su sangre. Y tendría que protegerlos. Y luego estaba Hermione, a la que Harry quería como a una hermana y apreciaba mucho.

Hermione...

Hacia horas que el chico no tenia noticias de ella y comenzaba a preocuparse. ¿Estaría bien? Lo ultimo que supo era que Madame Pomfrey le había curado las heridas del pecho, las que le había causado el hechizo que le lanzaron.

Si algo le pasara a sus amigos Harry jamas se lo perdonaría. Seria culpable; solo él sufriría las consecuencias. Estaba solo y nadie podía ayudarlo...

En esos momentos, Harry se encontraba en el lago. Ya era de noche y era muy tarde, pero él no deseaba irse a la Torre Gryffindor, quería estar solo; deseaba paz y tranquilidad.

Harry escucho un ruido que hizo que se sacara de sus cavilaciones y volteara la cabeza.

Era una persona, una mujer mejor dicho y se acercaba a Harry. Harry, por instinto, saco su varita y se levanto de el tronco de madera en el que se hallaba sentado hace unos instantes.

— ¿Harry?— esa voz era muy conocida. Pero no podía ser, tendría que estar en la enfermería —. ¿Estas ahí?

— ¿Hermione? ¿que haces aquí? Tendrías que estar en la enfermería.

Parada frente a él, yacía Hermione. Estaba en un estado lamentable. El cabello castaño enmarañado, sus ojos miel siempre vivos y felices, estaban apagados. Pero eso no sorprendió a Harry. Lo que le sorprendió fueron las vendas que a la chica se le notaban debajo de la camisa, en su pecho. Estaban cubiertas de una pócima color verde brillante y desprendía un hedor a quemado, su piel estaba mas pálida en su totalidad y debajo de los ojos tenia una ojeras enormes y oscuras dando de hecho que no había dormido.

—No, ya no. Me dieron de alta. ¿Y tú que haces aquí? —pregunto la castaña—. Deberías de estar en la torre.

— Quería estar solo — Dijo el azabache —. ¿Como sabias que estaba aquí?

ONE-SHOT: Mejores amigos • Harry Potter - Hermione Granger ⚡️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora