Desde que tenía 9 años soñé con que mi vida fuese similar a la de una película, vivir en ese trance con los amigos perfectos y las aventuras únicas, pero como sabemos; jamás pasó.
Pasé la mayoría de mi adolescencia encerrada creyendo ser alguien que no soy; jugando a millones juegos de roleplay con intención de poder lograr aquella perfección que mi mente quería. Inconscientemente infeliz.Dicen que las almas tristes están despiertas después de las doce y jamás dormí de noche; pueden tomarme como alguien miserable o muy activo. Abierto a las opiniones, cerrado a las acusaciones.
No me gustaría el creer que la vida se termina ya, que he sido tan miserable todos estos días y que no puedo hacer nada a cambio: "¡Cambia!" Te dirán "¡El primer paso es tuyo!" Lo sé, y también sé que la constancia es mía y que el soporte es mío; el logro y todas esas cosas que las personas descubrieron, pero ¿Qué es lo que estoy buscando? El capítulo anterior hablaba sobre amor. Hoy hablo de felicidad ¿Y si van de la mano? ¿Qué tan jodida estaré?
Siempre me encantó ver a las personas dormir, me dan la sensación de pureza máxima. Volviendo al tema; Siempre me consideré alguien dañino, alguien que lastimaba a su entorno con intención ¿Por qué? Por ejemplo, cuando alguien me declaraba su amor, su, eh, amor, sí, eso; no lo creía, me iba o mismo, cuando empezaba a encariñarme con alguien desaparecía. No ibas a saber más de mí.Odio lo constante, odio el para siempre y creo que odio el amor. Eso que te hace, inconscientemente estar atada a la otra persona; enamorada, débil.
La magia más cruel, el sentimiento más destructivo es el amor, es aquello que te obliga a pensar en algo que quizás tu cerebro; la parte inteligente de ti realmente no desea y me ha pasado; pero no lo he llamado amor; si no, obsesión.
Nunca he visto arma más destructiva que yo misma encerrada en una habitación con espejos.
Nunca he sentido pena más amplia que a media noche un jueves.
Jamás he sonreído por más de un minuto sin atormentarme después.Golpes en mis piernas y tajos en mi corazón eran los dibujos de mi mente después de una madrugada de insomnio.
Simple.
Mis labios son eternos aventureros que buscan almas en pena.
Almas igual de atormentadas.
Igual de bruscas al momento de la pasión.
Porque el ser humano vive de la pasión.
Vive de la euforia y de la emoción.
De la distracción y del amor.
Y si termino sin lo último; moriré incompleta, moriré sin haber logrado aquello que tanto busqué y que deseé.Porque no hay logro más alto para un eterno inadaptado que encontrar el amor menos buscado.