Ojos violeta.

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Dedicado a todos mis lectores y amantes del kakuhidan.
🎄 Feliz Navidad 🎄

Ojos violeta
~ Fuck You!! ~

Esos malditos ojos... Tan profundos y desafiantes, llenos de odio e ignorancia... Esos ojos que resaltan en la oscuridad y la sangre... Ojos violetas que me han cautivado.

Hidan y yo habíamos salido a una misión simple... Matar a un criminal insignificante que aterrorizaba un pueblo. Parece ser que los recientes de dicho lugar se habían cansado de el y decidieron contratar nuestros servicios para deshacernos de su problema... No me molestaba mientras pagaran la cuantiosa cantidad prometida.

Como siempre, Hidan me acompañaba y eso no me molestaba del todo. Hidan siempre estaba tras de mí, la mayor parte del tiempo hablando tonterías o molestándome pero ese día en particular, él mocoso no decía casi ni media palabra, era como si se hubiera cansado de ser un idiota.

Caminamos todo el día hasta llegar a una pequeña aldea, caminamos a través de ella pero cuando nos topamos con un pequeño mercado, Hidan se detuvo y dijo:

— Tengo hambre... —

— Podremos comer después de la misión. — Le conteste.

— No, no podemos... Vamos Kakuzu, no seas tan amargado... — Dijo con su típico tono altanero y después corrió a un puesto ambulante de comida rápida. Lo mire irse velozmente hacia allá, decidí hacerle caso y esperarlo cerca de ahí. Mientras tanto pensaba...

¿Cuándo fue que empezó esta atracción?... Oh si, fue ese día...

Flash-Back:

Caminábamos en el bosque tranquilamente, me había enterado de que por el rumbo había un ladrón que aterrorizaba y asaltaba a la gente de por ahí y que ofrecían una pequeña recompensa por su cabeza si era atrapado vivo o muerto.

Hidan no estaba de acuerdo con  ir por el ladron, como siempre había ese desacuerdo respecto a cazar recompensas, pero me valía su opinión y yo quería mi dinero.

Caminamos tranquilos por el rumbo en el que se suponía que el ladrón atracaba a sus víctimas y no pasó mucho tiempo cuando él apareció...

Detrás unos arbustos un hombre grande con una Katana y con pinta de poco amigos, confrontó amenazante a la pareja de inmortales quienes se encontraban tranquilos.

Esos anillos y ese collar que trae el cuquillo se ven valiosos... Dénmelo y prometo que no saldrán tan lastimados. — Dijo el ladron que al parecer era el que buscaba Kakuzu y quien estaba dispuesto a matarlo fácilmente, pero se vio interrumpido por su compañero que se puso frente a él y empezó a gritarle al tipo ese.

— ¡¿Cómo te atreves a querer robar mi rosario?!... ¡¿No sabes lo sagrado que es?!... ¡Te haré pagar tu insolencia! — Grito furioso Hidan pues se sintió ofendido.

Obviamente no sabe, porque tú dios es tan mierdas que nadie lo conoce. — Dijo Kakuzu rodando sus ojos... Odiaba cuando el peli-plata se ponía de exagerado y escandaloso por su fanatismo religioso.

— ¡¿Qué dijiste!? — Cuestionó Hidan aún molesto, volteando a ver a Kakuzu y dandole la espalda al ladrón.

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