Capitulo I

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París. La ciudad del amor, uno de los lugares más perfectos del mundo para disfrutar del amor en pareja. Lastimosamente, me veo en la dicha de no tener al tan esperado compañero fiel de cada mujer, ese hombre de ensueño con el que vives una perfecta historia de amor donde lo único que los puede separar es la muerte. Antes ese era mi sueño, hasta que me di cuenta que es más divertido pasar una noche compartiendo mi cuerpo y cama con algún treintañero pasado de copas. En esta ocasión tuve una placentera velada a lado de un atractivo francés.

Lo malo de este tipo de encuentros nocturnos es cuando llega ese momento en donde sientes un enorme vacío que un simple deseo carnal no alcanza a llenar. Que patética me debo ver al estar en el balcón de un hotel con una botella de whisky sin compañía, encima soportando los ronquidos del francesito borracho. Maldita sea, siendo una de las mujeres más reconocidas del mundo y pudiendo tener a cualquier hombre que quisiese, prefiero ahogar mis penas en alcohol.

Entro a la habitación a causa del viento estremecedor, son como las 3 y algo de la madrugada. Voy hacia la cocina por un vaso de agua y como si fuera obra del odioso destino me encuentro con una revista de chismes que solo ayuda a empeorar mi penosa situación. Mi querida hermanita aparece en la portada. Jamás le tendría rencor o envidia a mi propia sangre, ella fue la primera en poner la inmensa barrera entre nosotras. No es novedad que es el orgullo y ejemplo a seguir de cualquiera, siempre ha sido la favorita de toda mi familia, principalmente de mi madre. Amelie Reagan es la perfecta hija para todos, triunfó desde pequeña en el mundo del modelaje, dando así cuantiosas ganancias a mis padres. Por otro lado estoy yo, siendo su sombra.

Soy Dahlia Anneliese Reagan, 27 años, soltera sin compromisos y británica con descendencia de distintos lugares, según mis papás. Hija de la ex súper modelo Gianna Di Lorenzo y el empresario Darwin Reagan, mi madre dice que por mi culpa no pudo seguir con su carrera, yo le quite su belleza. Soy considerada una de las más grandes economistas del siglo, dueña de algunas de las mayores empresas del mundo, Reagan Enterprises Holding Inc., es una cadena de empresas especializadas en distintos campos tecnológicos y alguno que otro proyecto a futuro. Sin mencionar los otros medios de los que formo parte.

Tengo una casi vida perfecta, ¿qué más podría desear?

Pues si, como todo ser humano aun deseo más. Se lo que conlleva el pedir ese faltante en mi vida, es decir, no lo puedo tener todo y realmente no estoy segura de querer cambiar mi estilo de vida por una relación estable que, conociéndome no duraría más de unos simples meses. Quizá solo debo conformarme y buscar otras fuentes de felicidad que me satisfagan más, que el deseo carnal de una noche.

He viajado por muchos países en busca de mi hombre ideal, el cual se niega a aparecer.

'Claro, porque obviamente lo vas encontrar en bares de mala muerte'

Ruedo los ojos a mi conciencia sabiendo que es verdad, estoy harta de pensar y especialmente de ella porque odio que tenga siempre la razón. Me acuesto en el sofá y cierro los ojos, quiero dormir. Esa es la única manera en que mi mente deja de joder.

'Tú tampoco eres muy agradable que digamos, querida'

Doy un largo suspiro y me dejo llevar por Morfeo.

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⏰ Última actualización: Dec 02, 2016 ⏰

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