A pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos, en aquella fiesta de despedida.
Todavía sigo recordando cada momento.
Me sentía tan libre, tan lleno de energía, no había nada en el mundo que pudiera hacerme sentir peor.
La música sonaba a cada rincón del lugar, todos bailaban apasionadamente y sin preocupaciones, era el momento de hacer lo posible porque la noche fuera inolvidable.
Y como siempre, estaba la persona insegura, la que temía arruinar una amistad. Yo.
Tal vez lo mejor de aquella fiesta fue el verte ahí, sin nada que sospechar.
Fue una noche llena de emociones, una noche glamurosa con luces de distintos colores proyectando el lugar, música de diferente variedad retumbaba en los oídos de los demás, haciéndoles sentir vivos.
Hubiera querido que la noche fuera eterna. Pero todos sabemos que los deseos más íntimos suelen ser los que nunca se cumplen.
Ahora las cosas son diferentes, aquella comunicación que teníamos se ha perdido.
Las buenas palabras y los halagos se han ido, al igual que las bromas y las felicitaciones.
Todo lo que teníamos, que era poco, ahora se ha esfumado al infinito.
Algo dentro de mí quiere tener algo de esperanza, de que en cinco años, en diez años, en los que sean necesarios, de que volveremos a vernos y las cosas serán diferentes.
Soñar no cuesta nada, dicen las personas.
Las oportunidades se acabaron, pero aún hay lugares que explorar, cosas de qué hablar.
Sólo me gustaría decirte, desde dónde sea que estés, que siempre tendrás a alguien en quien confiar, y que todavía no he olvidado los buenos tiempos que hemos estado juntos.
Sé que algún día nuestra historia iniciará en California, viviendo el sueño adolescente, recorriendo lugares inexplorados, pero sabiendo que estarás ahí par presenciar cada maravilloso momento.
Me gustaría un día perdernos en el bosque, sin nada más que naturaleza y lejos de la civilización por veinticuatro horas, o más.
Pasar la noche bajo el manto estrellado del universo, a la luz de la luna, sentirme más vivo que nunca.
Correr, correr sin ningún lugar en específico, sólo correr. Pasar por todos los pueblos y ciudades, conocer gente, culturas, monumentos, haciendo locuras, comer desayunos en pequeños restaurantes, correr y que las personas nos miren con incredulidad.
Recostarnos en el césped, mirando el cielo tomados de la mano, y mirarnos ligeramente atontados, locos de amor, pasar todo el día viendo el amanecer y después el atardecer.
Qué algún día seamos más que amigos y me digas palabras, palabras que me hagan la persona más feliz de todo el mundo.
Eso es lo que más anhelo, hacer todas las cosas que no me atrevería hacer solo, sino contigo.
Le pido al universo que escuche mi deseo, que me conceda algún día pasar todo ese tiempo contigo.
Ahora el infinito es nuestro testigo, de que algún día todo será diferente.
Algún día, y presiento que será el momento más feliz de toda mi vida.
Presiento que será más pronto de lo que ambos podríamos pensar.
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Memories
Short StoryEstos son mis pensamientos más profundos. Cuando viva un momento impactante, tendrá un lugar especial aquí. Esta historia es algo así como un diario, por lo que pido, de la manera más cordial, que muestren algo de respeto ante la opinión de un chico...