Por todo el instituto se había empezado a regar el rumor de que Park Jimin, el chico más cotizado de toda la escuela, era gay. Sí, gay. También estoy demasiado consternada, y es que, ¡el amor de mi vida no puede ser gay!
Mi nombre es Jung Seulgi, tengo 16 años, mis notas son altas, soy demasiado reservada y me encontraba escondida debajo de las gradas del domo de la escuela, observando a Jimin y Jungkook, los mejores jugadores del equipo de básquetbol jugando un uno contra uno. Tenía mi libro de Física II a la mano por si alguien llegaba y me preguntaba qué demonios hacía aquí abajo. La excusa perfecta era que necesitaba privacidad para estudiar... ¿no? Aunque veía esa posibilidad demasiado lejana, ya que no había nadie más en la escuela, de eso estaba casi segura. Tanto las clases como el último entrenamiento del equipo, terminaron hace ya una hora, pero ellos y yo seguimos aquí.
Era mi tercer día espiando al famoso Park Jimin, y esta vez era diferente a las demás. Días anteriores el entrenamiento terminaba y todos los chicos del equipo se marchaban a la vez.
Me siento tan malditamente acosadora.
Jungkook tenía el balón, intentaba penetrar la buena defensa de Jimin, y aunque el más alto fuese Jungkook, Jimin le quitó el balón en un dos por tres anotando una canasta perfecta desde la línea de tres puntos. Me era imposible no emocionarme al ver tremendas escenas, y es que ambos estaban tan buenos, que hacían que me faltara el aire. Lo que daría por limpiar con mi lengua el sudor que de seguro les estaría escurriendo por el trabajado abdomen, sus clavículas, el cuello...
– Tres puntos más, y la victoria será mía. – Habló sonriente el de ojos pequeños mientras Jungkook lo miraba desafiantemente divertido.
– Cállate de una vez y dame a checar esa bola.
Esta vez Jungkook defendía, se acercaba a Jimin tratando de quitar el balón, pero el más bajo era demasiado escurridizo y ágil, y al querer anotar de nuevo unos tres puntos perfectos, la mano de Jungkook se interpuso entre su tiro perfecto y la canasta. Un asombroso tapón. Sentí el impulso de gritar un fuerte "Oooh~", pero no lo hice, aunque esas cosas se deben restregar en la cara de quien lo recibe.
Jimin miró indignado a su menor, el otro chico tan solo mantenía esa sonrisa burlona, dando a relucir sus bonitos dientes de conejo.
– ¿Es en serio? – Preguntó Jimin mientras se acercaba lentamente al menor.
– Nunca fallas los triples, si no lo hacía, terminaba el juego. No quiero que termine.
– ¿Por qué no quieres que termine, Jungkookie? – Se acercaba más y el castaño terminó chocando en una de las paredes laterales de la espaciosa cancha, siendo acorralado finalmente por los perfectos y torneados brazos de su mayor.
– Nunca tenemos mucho tiempo a solas, me gusta estar a solas contigo – ¿Era mi jodida imaginación o estaban coqueteándose mutuamente?
– ¿Y crees que tapándome una perfecta entrada de tres puntos a la canasta, el momento se volverá más ameno? – Jimin se estaba acercando demasiado al rostro de Jungkook. Casi me salgo de mi escondite para tener una mejor visión de la escena.
– Lo es para mí – Se burló el menor y ahora Jimin recargaba todo su peso sobre su brazo al lado de la cabeza de Jungkook, contra la pared, mientras que su mano libre o tomaba por la cintura.
– Entonces, ¿sabes que tendré que castigarte? Esto también tiene que ser ameno para mí...
Mis ojos se abrieron tanto que sentí que se me salían. No podía creer lo que mis ojos veían. ¡Los rumores eran ciertos! Y la lengua de Jimin dentro de la boca de Jungkook me lo confirmó de inmediato.
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Él es gay - OneShot (Jikook)
FanfictionElla no quería creer los rumores. Ella sabía que Park Jimin no era así. El amor de su vida de ninguna forma podría ser gay.