Y te vuelvo a encontrar en los laureles de ni soledad, ya no tan tensa, tan triste ni con tal desesperación que habitaba sin tu presencia, te vuelvo a encontrar cuando ya me había acostumbrado a tu inasistencia en mis días, cuando logré sobrevivir al absurdo mar muerto de tu adiós, vuelves sin justificación.
A diminutos pasos me acerque allí estabas, con tu cabello más largo de lo que lo recordaba, luego te encontré a pocos milímetros de mi, me encontré de nuevo con tus cálidos brazos bajo mi cuerpo me apretaste tan fuerte que sentí que me amabas de nuevo, no quise abrazarte por miedo a demostrar, por demostrar fue que te marchaste, te sentí tan cerca cuando tomaste mi rostro en tus manos vi tus ojos una vez más y vi en aquella mirada aquel ser que amaba, aquel ser que me enamoro habías vuelto, mi súplicas con lágrimas al cielo se escucharon, parecía casi un sueño tenerte en ese instante, cuando tu beso alcanzó mi alma aquel beso que me recordaba aquellas noches de junio, aquellos momentos que me hicieron amarte, me hiciste tan tuya como siempre y yo me entregué por completo sin temor a perder sin esperas, sin disgusto te abrace tan fuerte, por que eres una persona inestable insegura, puedes amar hoy olvidar mañana y ese instante que me regaló la vida, para pasar con la persona que más amo, mire tus ojos grabé nuevamente cada comisura de tu rostro, con tan solo mirarte vi tu alma noble y llena de falta de mi amor, grave cada curva de tu mano cuando me la tomaste nuevamente aquellas manos que por alguna circunstancia hicieron timbrar mis emociones tiempo atrás con solo tocarla, sabías que no era la misma mataste algo en mi pero sabes cómo revivirme volví a sentir que era yo contigo a mi lado y estuve al pendiente que escucharás los latidos de mi corazón cuando estabas cerca, vagamente me alberga la duda de que este instante halla sido el último, espero con ansias volver a sentir que me armas, que me amas, que me extrañas.
