–Hace ya varios siglos atrás, surgieron varios conflictos. Disputas por ideales diversos y la obtención de un poder del cual nadie seria digno de recibir. La gente era acusada de brujería y quemada en hogueras, a veces gente inocente, mientras el resto de los criminales seguían libres; ladrones, violadores, adúlteros, etc. Podría decirse que había un caos en el mundo, todo provocado por un solo ser. Gabriel
--¿te refieres al ángel Gabriel? ¿El...el de la Biblia?—Nathaniel asintió— ¿Qué tiene que ver el con todo esto?
--tiene que ver porque él es el inicio de todos nosotros—agregó Antoni—brujos, hechiceros, fantasmas, duendes, demonios, ángeles caídos. Todos provenimos de él
--el enfoque de la historia se dirige a unos cuantos miembros de esa lista—Nathaniel sonrió como si estuviéramos hablando de la receta de un deliciosos pie de manzana y no espíritus y cosas oscuras—los ángeles caídos son los que compartían ciertos ideales y creencias con Gabriel, cuyo nombre fue cambiado posteriormente. Dios los eliminó a todos del cielo arrojándolos a la tierra donde viviría el resto de su miserable vida, cosa que los dejó muy molestos, pero en fin. Dios también encomendó a sus ángeles la limpieza de todas esas criaturas impuras y cuya existencia no debía ser
--¿me estás diciendo que los seres que quieren deshacerse de mí son ángeles?—Nathaniel asintió sin borrar su sonrisa
--es por eso que ningún ángel permanece a tu lado como "ángel guardián" como sucede con otras personas. El brazalete te hacia invisible a ellos, nadie, ningún ser era capaz de sentir tu presencia, salvo nosotros ya que Xavier se encargó de que el hechizo no nos afectara a nosotros.
--¿entonces ahora pueden verme?—el asintió— ¿Qué se supone que haré?—hubiera tratado de fingir que no está aterrada pero de vedad lo estaba y mucho
--Xavier se encargó de que la casa pasará desapercibida desde antes que nacieras. Se ocultaron tus ojos, que son el rasgo más extravagante que posees y tus poderes se bloquearon, al menos los más importantes—miré a Nathaniel aun con pánico y me mordí el labio—por el momento, el anillo es lo único que protege tus poderes, nadie es capaz de sentirlos a menos que tu decidas mostrarlos abiertamente
--¿Cómo hace un rato?—fulminé a Antoni y Frederick
--estabas dentro de la casa. Todo lo que hagas dentro de la casa es invisible a sus ojos, así que no te agites—asentí—el problema es este. Ellos ya saben quién eres, por eso se encargaron de quitarte el brazalete. Nosotros aun no descubrimos quienes son ellos, pero estamos en eso
--la voz que escuchó, ¿crees que tenga que ver con ellos?
--Frederick se encarga de esa parte—dijo deshaciéndose de toda la responsabilidad. Me volví hacia Frederick y lo vi fruncir el ceño
--por lo poco y mucho que he investigado, la voz que escuchas parece ser la bruja que maldijo a tu familia hace ya muchos siglos—abrí la boca para decir algo, pero preferí callar—tengo entendido que la mujer fue quemada en la hoguera y su alma fue confinada al infierno. Así que no pienso que tenga que ver con la cacería de los ángeles, ellos jamás se rebajarían a hacer tratos con brujas, así que ese es un problema a parte que debe resolverse
--ósea que dos personas diferentes, por así decirlo, quieren deshacerse de mi
--entiendes rápido—me elogió Nathaniel volviendo a su humor de siempre
--amm...muy bien—fruncí los labios e inhale y exhale intentando calmar mis nervios— ¿Qué debemos hacer ahora?
Los chicos se miraron entre sí por un largo rato mientras parecían tener una charla mental a la cual, al parecer no fui invitada. Permanecí en mi lugar esperando una respuesta, pero creo que el cansancio termino por vencerme y termine dormida.
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KENNINGAR: A las Sombra De Sus Alas #1
Fantasy● Libro Uno ● Una extraña herencia. Dos cazadores. Una presa.