Capítulo 1: La noche en la que lo cambiaría todo.

4.3K 162 11
                                    


*Aclaración: Piqué tiene más años en esta historia (Para poder tener una hija de 20 años).

Ella no sabía que se avecinaba el hombre que cambiaría la pregunta, cuando ya tenía la respuesta.

Se escucharon dos golpes contra la puerta, acompañado de un "Toc toc" de la voz grave de mi padre. Reí ante la tontería y alzando la voz y sin dejar de ver mi dibujo dije:

—¡Pasa!

Y así lo hizo el, escuché sus pasos acercándose a mi escritorio. Yo retocaba el cabello del ángel a trazos finos, el volumen es lo que más me cuesta pero esta vez admito que me estaba quedando bien.

—Es... increíble— dijo el apoyándose en mi mesa, sonreí orgullosa torciendo un poco la cabeza para observar la lamina desde otra perspectiva.

—Gracias papi— besé su mejilla y me levanté de la silla, recogiendo los lápices de distinto grosor que se encontraban sobre la mesa.

—Cariño, me encanta como dibujas pero me encantaría que fueses...— reí antes de que el acabase la frase.
—¿Futbolista?— ahora los dos reímos, si es cierto que me gusta jugar a fútbol y que no se me da mal pero no es ni de lejos a lo que me voy a dedicar.

—Futbolista como tu padre— me revolvió el pelo, yo entrecerré los ojos riendo en bajo.

—¿Preparado para el clásico?— le miré directamente a los ojos azules, iguales que los míos.
—Más que preparado— el sonrió ampliamente, sabía que llevaba mucho tiempo preparándose, mi padre y su equipo.

—¡Te quiero ver animándome desde las gradas!— dijo el, advirtiéndome con el dedo, yo asentí riendo fuertemente.

—¿De qué hablan?

Mi padre y yo nos giramos y vimos a mi madre apoyada en el marco de la puerta, cuando vio nuestra reacción rió levemente y se acercó a nosotros.

—El partido de esta noche— dijo mi padre mirándola, los dos se besaron. No un pico, si no esos besos que...

—¡Eeeew!— me tapé la cara con las manos y miré a otra parte, ellos estallaron a carcajadas.

—No tardes cariño, recuerda que nos tenemos que estar allí a las 8.
—Vale.

[...]

No tardé demasiado, me puse unos jeans negros ajustados, unas vans old school y mi camiseta del Barça, con el nombre de mi padre a la espalda: Piqué.

Mi padre ya hacía rato que estaba en el Camp Nou, pero mi madre, Milán y yo fuimos ahora.

Ya había algunas personas allí y el Barça y el Madrid entrenando sobre el césped. Mi madre jugaba con Milán.

—¡Mira a papi!— le decía ella mientras jugaba con sus manitas, el daba grititos cuando le veía, mi padre le saludaba con la mano y a continuación seguía entrenando.

—Adriana, andas pensativa— dijo lo madre entre risas.
—Estoy... confusa— entrecerré los ojos buscando otro adjetivo que describiese mejor como me sentía. —Y cansada.

—¿Por qué cansada, cielo?— preguntó mirándome, yo la miré incrédula.
—Sergio, Álvaro... ¿Te suenan?.

Ellos eran los dos novios que había tenido este último año, uno en enero y con el otro rompí hace 2 semanas, los únicos que tuve. Por lo tanto, también los dos que a mi padre "no convencen" y tuve que romper con ellos a la fuerza.

—Cariño, hay mucha gente por el mundo.
—Ya lo sé mamá, pero yo no soy una facilona, los dos eran adecuados para mí... pero no para mi padre— puse los ojos en blanco.

La miré, ella hizo una hueca.

—No te ahogues en un vaso de agua, ya encontrarás a alguien— me consoló ella poniéndome la mano en el hombro.
—A este paso moriré sola— susurré.

Narra Neymar:

—Que pasa Ney— Piqué se acercó y chocamos las manos haciendo un apretón. —Hoy a por todas— río y comenzó a correr.

—Siempre vamos a por todas amigo— reí y empecé a correr por dos minutos como me ordenaron.

Siempre me distraigo viendo a las gradas para entretenerme. Por ende siempre veía a Shakira, la esposa de Gerard, y a el de resto de jugadores.

Pero hoy alguien más llamó mi atención.

Era una chica de pelo castaño, con la camiseta azulgrana. No pude ver más de ella, ya que se encontraba lejos. Estaba al lado de Shakira, y mi inteligente mente encajó las piezas: Es la hija de Piqué.

Adelanté un poco más para ir al paso del catalán y le toqué el hombro, cuando me miró le señalé el palco donde se encontraba la chica.

—¿Tu hija, verdad?— me pregunté agitado. El asentó igual. Yo solo sonreí en respuesta.

[...]

Al fin sonó el pitido del silbato, entonces todos corrimos y nos abrazamos con euforia, el Camp Nou se caía a gritos. No podía ser de otra forma, ganar 3-1 contra el Real está muy merecido.

No podía irradiar más felicidad, ¡dos de esos tres goles fueron míos!.

Lo celebré con mi familia, saqué a Davi al campo y me hice algunas fotos con el.

Ahora cumpliría mi próximo objetivo: Conocer a la hija de Piqué. Porque la noche espera.

En el próximo capítulo...

Neymar conocerá a Adriana, unas llaves serán olvidadas y... el resto lo averiguaréis por vuestra cuenta.

5 VOTOS Y SIGO 😊

¡Déjame en paz!© NeymarJrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora