Capítulo 6: Debes ser tú

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Los chicos fueron a recoger a Tom esa mañana y nosotras nos quedamos decorando la casa. Sólo se había quedado Zayn para montar la mesa de mezclas. Hacía tan solo cinco días que Ed se había ido, pero notábamos su ausencia. Echábamos de menos a nuestro pelirrojo. Y Noe no estaba especialmente optimista desde que Tristan se había vuelto a casa. Eso era lo malo de que se vieran. Podían estar en una nube durante un tiempo pero una vez se separasen ella estaría deprimida durante al menos una semana. Por suerte, la vuelta de Tom le había devuelto un poco de ilusión pero no sabíamos cuanto le aguantaría.

Otra que estaba especialmente feliz era Julia. Llevaba arreglándose una hora y media en su habitación y ya había bajado tres veces a preguntarnos si se rizaba o se alisaba el pelo. Nosotras no podíamos evitar reírnos pero nos parecía adorable todo lo que estaba haciendo. En cierto modo yo estaba un poco celosa de que ella se arreglase tanto para ver a Tom porque no tenía que preocuparse de que nadie pusiese pegas a su relación. Adoraba dormir con Liam y pasar tiempo con él, pero quería actuar como una pareja totalmente normal, salir a dar paseos por el parque, salir a cenar, arreglarme de vez en cuando. Pero sabía que no podía. Era imposible estar juntos sin causar revuelo.

Cuando Tom entró por la puerta tuvimos que controlarnos para no salir corriendo a abrazarle. Se suponía que teníamos que tapar a Julia. Él empezó a abrazarnos a todas una a una y a mirar a su alrededor. Sabíamos perfectamente que buscaba a Julia. Después de dejarlo desesperarse durante un par de minutos nos hicimos a un lado para que viese a nuestra amiga. Ella iba preciosa esa noche. Al final habíamos decidido ayudarla y le habíamos ondulado el pelo y la habíamos maquillado lo más natural posible. Llevaba unos pantalones negros ceñidos y una blusa blanca.

Saltó a los brazos de Tom y por un momento creímos que habría que dejarlos solos, pero Zayn y Louis cuando se juntaban podían tener mucho arte a la hora de cortar el rollo a la gente. Justo cuando empezábamos a darnos la vuelta para irnos empezó a sonar por todos los altavoces de la casa Tears in heaven. Los chicos se separaron y los miraron con odio. Pero qué demonios no podían decir nada. Tom nos contó todas y cada una de las maravillas de Nueva York. Habían sido dos semanas muy duras, pero habían valido la pena. Había conseguido medalla de oro. No podíamos estar más orgullosos de él.

Llevábamos unas tres horas de fiesta cuando tocaron la puerta. Las ocho primeras veces casi no lo oímos pero cuando se convirtió en un molesto timbrazo decidimos abrir. Y allí estaba Dan otra vez. ¿Es que no me pensaba dejar en paz nunca? ¿Aún no entendía que no quería saber nada de él?

-¡Vaya! ¿Así que ahora montas fiestas en casa? Grace, has cambiado.- me dijo como si aún tuviese algún tipo de poder sobre mí.

-Dan, a ver si se te mete en la cabeza. No quiero tener nada que ver contigo. Na-da. No somos nada. Lárgate. No quiero volver a verte en mi vida.

Intenté cerrar la puerta, pero él puso su pie en el espacio que dejaba impidiéndome cerrarla. Liam llegó en ese preciso instante y me pasó un brazo por los hombros. Permitió a Dan abrir la puerta y le pidió que se fuese.

-Payne vete. Esto no va contigo.- le dijo Dan. Liam se limitó a abrazarme y darme un beso lo suficientemente largo para darle a entender a ese imbécil que le había olvidado. Dan miró al suelo y se fue por fin. Volvimos adentro y seguimos con la fiesta. Estuvimos bailando durante toda la noche nuestras canciones favoritas y no subimos a acostarnos hasta las tres de la mañana. Me empecé a dirigir a mi habitación pero Liam me cogió de la mano y me hizo caminar hacia la suya. Entramos y como siempre me lanzó una de sus camisetas. Era obvio que esa noche tocaba dormir en su habitación. Me quité el vestido y me puse su camiseta de Batman. Adoraba esa camiseta. Él cogió unos pantalones de baloncesto y se metió en la cama. Me metí detrás de él y me besó. Como todas las noches estuvimos besándonos hasta que ambos nos quedamos dormidos.

Good morning from the paradiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora