Take care of my boyfriend

-Entonces –Comienza Derek casi mordiéndose las uñas por los nervios que le da hacer esa estúpida pregunta -¿Puedo salir con él?

El rubio sigue mirando a la única pantalla que existente en el loft con un puñado de palomitas a medio camino entre la bolsa y su boca. Las mastica con cuidado, parpadeando sin querer hacerlo.

-Jordan –El nombrado sonríe, aun con la mantequilla manchando sus dedos -¿Puedo salir con él? –Insiste Derek tratando de ignorar el cambio en el ritmo del corazón del único amigo que tiene de su edad en medio de la masa adolescente que inunda cada tarde el loft para entrenar, hacer tareas o simplemente quedarse ahí como la manada que son.

-Si... -Dice el rubio tomando otro puñado de palomitas para no tener que hablar demasiado –Si él quiere, sí.

Entre ellos queda la esperanza de que diga que no y el deseo de que diga que sí.

-¿Estás seguro? –Cuestiona Derek tomando algunas palomitas con la punta de sus dedos, deseando que las escenas de bombas y cañones empiecen para tener la excusa de haber confundido el ritmo errático y depresivo con el del protagonista.

Pero las escenas no llegan y Jordan tampoco quiere responder.

Le duele un poco darle el permiso que necesita pero lo hace porque se ha tomado la molestia de preguntarle. Porque ha esperado años e incluso ha tenido la paciencia de quedarse callado durante los dos meses que duró su relación con Stiles y uno más para que la herida se curara un poquito antes de arrancar la tirita rápidamente avisándole que va a escocer pero luego todo va a estar.

-Sí, Derek.

En el estacionamiento los coches y las motos comienzan a aparcarse y a Derek aun le resulta algo inquietante el hecho de que Ethan pase tanto tiempo con Boyd y que Erica esté aprendiendo a disparar una ballesta por las tardes y en las noches se turnen para dormir en la casa de alguna de las chicas porque se puede ser amigo luego de haber sido enemigo.

No es por sarcasmo ni tampoco por obligación pero ahí están y solo les falta llevar mini falda para ser chicas pesadas y tener el miércoles de rosa.

A eso debe sumarle la paciencia con la que Ethan trata a Jackson, aprendiendo poco a poco donde está roto y donde puede enmendar así como Danny lo hace con él.

Tal vez debería darle miedo que Stiles y Liam sean tan amigos. No debería ser bueno que un hiperactivo pase tanto tiempo con un agresivo pero al escucharlos subir por las escaleras haciéndole bromas a Scott sobre su ineptitud para hacer volteretas a pesar de ser un hombre lobo comprende que si las cosas no fueran así tal vez el balance no estuviera tan bien estructurado.

Por otro lado también le aterra que Peter pase tanto tiempo con Chris y con John, no decir de Melissa pero se ve contento, tan contento como puede lucir un manipulador, sobre todo porque ninguno de los tres se deja manipular y le hacen tanta presión como lo harían si hubieran tenido la suerte de haberse conocido en la escuela secundaria y ser amigos.

-¿Cuándo lo harás? –Pregunta Parrish tomando el mando de la pantalla para apagarla antes de que todos lleguen y se monten en los escasos muebles que tiene el moreno para ver una película cuyas líneas ya se deben de saber.

-Tal vez hoy –Responde Derek al tiempo en que la pantalla se torna negra –Si te incomoda...

-Está bien –Parrish sonríe, como su amigo y el adulto que también es.

Hay silencio cuando Derek lo pide y Scott siendo entrenado como alfa se queda a su lado para mostrarles su apoyo a lo que él considera que es su parte de la manada. Aún no sabe que son todos juntos pero nadie le presiona, lo dejan seguir su ritmo, dar comentarios que ya habían quedado claros y sonreír orgulloso cuando Liam le mira con adoración por ser su primer beta.