Estaba en el gimnasio, pero no haciendo ejercicio, sino lo otro que se hacía en el lugar: hablar. Odiaba ejercitarse, en serio, le tenía aborrecimiento al ejercicio. No le importaba verlo en otros, en realidad le gustaban mucho los deportes, pero detestaba hacerlos ella, por eso prefería ir al gimnasio donde trabajaba una de sus amigas y charlar con ella mientras ésta se ejercitaba.
- Clarke, tienes que encender la caminadora para que haga efecto –la sermoneó Raven, subiéndole la marcha a la máquina que estaba en velocidad dos.
- ¡Hey! –Volvió a bajarle-. Así está mejor.
Raven sonrió poniendo los ojos en blanco y se comenzó a poner sus guantes rosados de boxeo.
- No sé para qué vienes al gimnasio si no haces ejercicio.
- Es que al verte se me quitan las ganas –gimió en reproche, señalándola de arriba abajo.
Raven Reyes tenía la tez ligeramente morena y contaba con un físico espectacular, era la envidia de cualquier mujer. Se habían conocido cuando Clarke se mudó de vuelta a Ohio, en ese mismo sitio cuando la rubia se decidió a hacer algo por su cuerpo. No es que tuviera una mala figura, en realidad se sentía agradecida por los dotes que se le fueron concedidos, pero quería endurecer sus músculos.
- No eres buena motivación. No sé cómo puedes ser mi entrenadora –se apoyó de la baranda de la caminadora, viéndose en el espejo de enfrente.
- Hace meses que renuncié al puesto de ser tu entrenadora –se chocó los puños ya enguantados, preparándose para ir a boxear un rato-. Eres caso perdido.
- Que esperanzas tienes en mí –ironizó.
- Bueno, aunque sea ponte a saltar la cuerda.
- Es que me rebotan si salto, mejor paso –se excusó notoriamente.
Raven se rio y le pegó una nalgada, lo que fue más un golpe por andar con los guantes.
- Entonces ven, acompáñame a los sacos.
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Ángel | La amiga de mi hermana (Clexa)
FanficLa mayoría de las veces, el proceso para descubrir tu sexualidad "diferente" a lo que la sociedad considera "normal" puede ser lioso, sobre todo cuando te enamoras de la persona más errónea en la faz de la tierra. Y no me refiero al sexo, eso es sol...