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Las filas empezaban a formarse lentamente entre el barullo de los chicos uniformados porque la campana de fin de recreo había sonado.

Ella los observaba desde el piso de arriba como si fueran células vivas en un microscopio; se movían como si día tras día tuvieran que aprender a dónde ir.

Bajó las escaleras tranquilamente y cuando llegó avento a una que otra de sus compañeras que iban entrando al salón; otra chica la aventó a ella y en todo eso volteó al salón de enfrente para ver a Luke Hemmings.

Él ya estaba afuera de su salón, viéndola a distancia, como todos los días. Siempre en algún momento del día sus miradas se encontraban y se quedaban largo rato así, mirándose, a unos diez metros de distancia el uno del otro, y ella, depués de subir las escaleras se cercioraba de que Luke la seguía viendo.

Everything I didn't say Donde viven las historias. Descúbrelo ahora