¿Destino?

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Corrí a "velocidad vampiro", como yo lo llamo, y en un dos por tres abrí la puerta principal. El olor me era encantador. Avancé hasta la escalera y me espanté al ver el cuerpo de Dante siendo atravesado por el adorno de la punta del pasa manos. ¿Qué había pasando en el lugar?. Subí y registré en las habitaciones de las otras dos hermanas, yacían muertas en su cama, vestidas de blanco, con los ojos cerrados y el cuello desgarrado, lo mismo ocurría en la habitación de Thomas; Era un buen hombre, no merecía morir, no de esa horrible manera, pero ya no había nada más que yo pudiera hacer por esa familia.

Cuando al fin llegué a la habitación donde estaba la pareja recién casada, abrí un poco la puerta y por el pequeño espacio vi a Anne beber del cuello de Adrien, pero no lo estaba transformando... lo estaba...¿¡Asesinando!?

¿Qué se creía esta perra loca? No lo volvería a alejar de mi, no dos veces.

Me acerqué a la escalera y rompí uno de los palos de madera, lo más silencioso que eso se pudiera realizar, luego abrí de par en par la puerta de una patada, provocando un estrepitoso sonido. Cuando Anne se volteó a mirarme le lancé el madero, que le llegó justo al hombro, gruñó furiosa, mostrando los colmillos. Logró escapar dando un salto por la ventana, y rompiendo el vidrio en mil pedazos.

— ¡Adrien! ¡Adrien! — puse mi oído en su pecho para escuchar algún indicio de que su corazón aún latía, ya que su cuello estaba prácticamente destrozado y no me serviría para tomarle el pulso. Escuché tenuemente que aún se aferraba a la vida —. Lo siento, pero tienes que aguantar un poco mas — arranqué un pedazo de las sábanas, se lo puse en el cuelo y presioné para que dejara de perder tanta sangre.

Salté por la ventana para ir tras la fugitiva, simplemente no la podía dejar ir, si lograba huir después de su crimen, no me lo perdonaría jamas en la vida, y como soy "inmortal", supongo que eso es mucho tiempo para sufrir y lamentarse.

A lo lejos la vi desplomarse en las orillas de la laguna, había dejado todo un camino de sangre. El madero que le había lanzado le había atravesado toda la carne, hasta el punto de quedar atorado, así que no pudo sacarlo para sanar.

— Por qué ...¿¡Por qué lo hiciste!? — me subí encima de ella y la tenía agarrada por los brazos, en ese instante vi sus ojos, habían vuelto a la normalidad, su mirada me causo tristeza, hizo una mueca de dolor, comenzó a llorar.

— Yo...lo siento...mi familia...yo...— no lograba hablar con claridad.

— ¿Anne?

Llevó su mano a mi rostro y lo acarició con suavidad.

— ...Gracias...por matarme... — una mancha de sangre quedó dibujada en mi mejilla, murió en mis brazos. Removí con fuerza la pieza de la escalera que le incrusté y la dejé en el césped.

Fui corriendo de vuelta a la casona, para ver a Zeth. Solo existía una única forma de salvarle, casi no sentía su pulso, así que mordí mis labios y besé los suyos.

No tengo idea de como funciona esto, ni de si lo estoy haciendo correctamente, solo espero que puedas vivir nuevamente, porque no se que haría sin ti, soy egoísta, lo siento, pero no te puedo dejar ir.

Cargué su cuerpo hacia las afueras de la casona, lo recosté donde el césped era más verde, como si fuera a donarle vida. No se movía, no respiraba, su corazón no latía. Luego fui hacía donde estaba el cuerpo de Anne, y lo llevé dentro de su casa, con su familia; Puse los cinco cuerpos uno al lado del otro, en lo que antes era el comedor.

— Thomas... ¿He hecho lo correcto esta vez? — dije con voz baja acercándome al cuerpo; Solté unas lágrimas y terminé de despedirme. Desde el jardín me quedé contemplando a la enorme casona de color verde opaco y bordes blancos. Tantas emociones, tantos momentos y tanto sufrimiento.

Le prendí fuego, junto con todas las personas, junto con todos los innumerables recuerdos.

— ¿Cuándo irás a despertar? — le decía al cuerpo de Zeth, mientras acariciaba su frío rostro. Pasaban las horas, hasta que por fin comenzó a reaccionar.

— ...Damon — levantó su cuerpo bruscamente, la primera inspiración fue forzosa y aguda. Cuando empezó a dilucidar lo que había sucedido, se quedó perplejo, asombrado, triste, asustado. Todo eso me lo reflejaban sus ojos y cuando se es vampiro, tu universo se magnifica.

— Adrien, mírame — me miró confundido —. Vas a olvidar este dolor que sientes, vas a seguir adelante porque eres la persona más fuerte que he conocido. Eres diferente ahora, porque yo te hice así, pero vas a olvidarte de mi, solo seré una cara borrosa en tu memoria. Más aún, siempre has de recordar, que lo hice porque estabas muriendo y era la única manera de salvarte — tenía que dejarlo ir, al fin y al cabo, lo había comprendido todo, el mundo conspiró para juntarnos otra vez y todas las cosas pasan por algo.

— Adrien, todo esto lo hice porque yo te...

Desperté.

Pandemonium.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora