El fin de todo amor (a distancia)

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No puedo recordar una fecha específica en la que todo acabó. Fue terminando por periodos de tiempo...
Comienza con conversaciones cortas

-Hola
-Hola
-¿Cómo estás?
-Un poco ocupada. Te hablo más tarde. Bye.

Luego con conversaciones más apagadas. Ya no existía esa chispa que mantenía una conversación con cualquier tema

-Y... ¿Te gusta el pan?
-Jajá. Sí, ¿Y a ti?
-También. Qué coincidencia, ¿No crees?
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-Y... ¿Te gusta el pan?
-¿Qué?
-Es una pregunta de broma.
-Ah, vale.

Luego... Mensajes cortantes.

-Hola, ¿Cómo estás?
-Bien.
-Y... ¿Qué haces...?
-Nada.

Y finalmente... Discuciones.

-¡¿Pero por qué te volviste así?!
-¡¿Así cómo?!, siempre he sido la misma.
-¿Siempre has sido así?, ¿Así de cortante, incoherente, absurda, y patética?
-¡¿QUÉ?!

El fin de esas conversaciones pueden ir en distinto órden. A veces las peleas van primero, y los mensajes cortantes de último. Pero yo lo recuerdo así. Creo que no debes confiarte de tus pensamientos. Ni de tu mente. A veces alteras todo, y terminas distorcionando el recuerdo.
La última pelea... Fue un desastre. Ya no intercambiábamos mensajes empalagosos, sino de insultos. Ya no escribíamos palabras que buscaran reparar los daños del pasado de la otra persona, sino intentábamos derrumbarnos mutuamente. Pasaron de “Te quiero” a “Te odio”. Cómo era de esperarse, la discución llegó a un punto sin retorno. Llegó un instante en el que me excedí, y apareció ese horrible y desastrozo:
-Ya no puedes responder a ésta conversación.
En ese instante me dí cuenta de lo que había hecho. Pero ya era demasiado tarde.
Es cómo cuando destrozas un objeto de valor. En el instante de ira pierdes toda conciencia, y llevado por la rabia, rompes lo primero que esté a tu alcance. Claro que es un caso completamente distinto sí sabes controlarte, pero yo... Me dejé llevar del odio, del instinto, y de la estupidez.
No tenía ninguna otra red social por la que pudiera contactarla y decirle que me arrepentía. Así que sólo quedaba volver a caer en la absurda soledad en un mundo lleno de otras personas.
Ésta vez no fue cómo la vez anterior, porqué realmente le tenía cariño. En verdad... La quería. ¿Pero cómo iba a decírselo ahora?

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