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Después de una corta conversación por teléfono con Trevor decido ir a su casa a pasar la noche.

Es una decisión horrorosa pero es lo mejor que tengo y voy demasiado borracha como para pensar otra cosa.

Diana se ofrece a llevarme en coche y soy incapaz de negarme, meto la maleta en el maletero y después pongo mi trasero sobre el asiento del copiloto. Mis ojos se cierran solos y me quedo dormida pero en lo que parecen segundos Diana me sacude el hombro para despertarme.

Abro los ojos con pesadez y me encuentro con la casa de la fraternidad donde tantas noches pasé con Trevor.

Como hoy es viernes la fraternidad ha celebrado una fiesta -eso explica porque Trevor iba borracho- y a pesar de que ya son las tres de la madrugada todavía hay gente tirada sobre el jardín.

-Muchas gracias -siseo mientras salgo del coche y cojo mi maleta.

Diana se despide de mí con un movimiento de cabeza y una mirada de pena.

Si alguien vuelve a mostrar pena hacia mí juro que lo pegaré.

Arrastro la maleta por el jardín evitando los cuerpos de la gente ebria.

El interior de la casa sigue llena de gente y la música está a tope. Busco con la mirada a alguien familiar pero no lo logro. Varias personas tropiezan con mi maleta y me maldicen pero yo les saco el dedo del medio y paso de largo.
Arrastro mi maleta escaleras arriba.
Me da igual donde y qué este haciendo Trevor pero esta noche pienso dormir en una cama y la única que me conozco es la suya.

Empujo la puerta de su habitación y rápidamente los recuerdos me llegan provocando un nudo en mi garganta. Cojo aire profundamente y camino dentro cerrando la puerta tras de mí, luchando contra todas las sensaciones que me provocaba ese lugar.

-¿Eres tú otra vez? Ya te he dicho que te vayas -dice una voz ronca entre toda la oscuridad.

Mis ojos tardan en acostumbrarse pero cuando lo hacen divisan el cuerpo que yace sobre la cama.

-No sé a quien te refieres, pero no me voy a ir -respondo mientras me quito los tacones.

El cuerpo de la cama se incorpora sobre saltado y desde aquí veo que está en bóxers.

Torpemente toco la pared hasta que doy con el interruptor.

La bombilla ilumina la estancia y ambos parpadeamos varias veces hasta que nos acostumbramos a la nueva luz.

Trevor está sentado en el borde de la cama y como ya había dicho antes solo lleva puestos unos boxer. Tiene el pelo despeinado y los ojos extremadamente rojos.

Me recorre el cuerpo con la vista y siento nauseas.

-No me mires así -digo mientras intento bajar la cremallera de mi vestido.

-¿Vas borracha? -es lo único que dice y me entran ganas de atizarle un puñetazo.

-Si y tú también -consigo quitarme el vestido y me quedo en ropa interior.

Trevor se pasa la mano por el pelo sin quitarme la vista de encima pero no hay deseo en su mirada sino una profunda confusión y puede que algo de diversión.

-¿Qué haces? -pregunta, bajo la luz distingo el labio roto y la nariz amoratada.

-Coger ropa -respondo mientras abro mi maleta y comienzo a revolver la ropa para encontrar un pijama.

-¿Y no deberías haberlo hecho antes de quedarte prácticamente desnuda? -contesta mientras saca un cigarro y se lo coloca en los labios -. ¿Qué haces aquí, por qué has venido?

No encuentro un pijama así que saco la sudadera de la UBA y me la paso por la cabeza.

Aguanto la respiración y le observo antes de responder.

-No tenía a donde ir.

Trevor arquea una ceja y enciende el cigarro.

-¿Y Gabe? -dice bruscamente.

Avanzo y me tiro sobre la cama, nuestros muslos se tocan y tengo el impulso de apartarme de él.

No respondo y mi silencio parece darle la respuesta. Trevor comienza a reírse. 

-Lo vuestro sí que era amor verdadero  -se mofa y eso me molesta todavía más.

Le arrebato el cigarro y me lo llevo a los labios.

-Ha sido por tu culpa -le reprocho y el rostro de Gabe mientras me dejaba acude a mis pensamientos, abriéndome otra grieta en el corazón.

-¿Qué? -mira mis labios mientras suelto humo.

-No te interesa -digo sin más, dispuesta a no narrarle los detalles. Le devuelvo el cigarro.

Creo que el que ambos estemos ebrios ayuda a relajar la tensión.

-Se me ha ocurrido algo para divertirnos -digo mientras me levanto y me acerco a mi maleta.

Me mira desde la cama con ojos curiosos. Me observa con cierta sorpresa, como si no pudiese llegar a creer que yo era real, que estaba ahí con él.

-¡Aquí esta!

Meneo una pequeña bolsa delante de mi cara.

-¡Joder¡-exclama Trevor saltando de la cama y acercándose a mí -¡Eso es marihuana!

Me quita la bolsita de la mano y sonríe.

-Ajá -me levanto y camino hasta él.

Media hora después los dos estamos tirados sobre la cama, prácticamente mi cuerpo está sobre el suyo pero no le doy importancia. 

-Has cambiado -dice de repente mientras fuma.

-¿A qué te refieres? -pregunto sin mirarle.

-No sé, nunca fuiste una persona tranquila ni nada así pero esto...-hace un gesto con las manos -Es demasiado.

No puedo evitar sentirme un poco mal.

-Supongo que esto es lo que pasa cuando tocas fondo, el vacío que provoca la soledad lo llenas con drogas y alcohol -solo espero que él lo entienda.

Nos pasamos el resto de la noche fumando y sin decir nada hasta que ambos nos quedamos dormidos con las piernas entrelazadas en una especie de abrazo.

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Felicitando reyes con un nuevo capítulo RP❤

Espero que haya muchos regalos debajo del árbol pero sobre todo quería recordaros....
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Que el lunes empiezan las clases!!😈

Después de esto que pasen un buen día😌

♚Reyes y Peones♔ #RP2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora