Parte 1 Desde que te conocí.

1.8K 37 6
                                    



Bueno, aquí comienza mi historia.

Mi nombre es Ariel, si, como la sirenita... solo que no tengo el pelo rojo y jodidamente largo, es simplemente de un castaño claro, en 3 semanas más cumpliré 21 años ¿ y a que me dedico? Bueno, de eso trata esto.

>.....Flashback.....<


No quería pensar en lo que había dejado atrás, solo corría, intentando alejarme de todo lo que alguna vez había sido una pesadilla para mí, mis pies descalzos ardían con furia ante cada paso que daba, mire ligeramente hacia atrás para ver si alguien me perseguía, pero no, nadie lo hacía, entonces ¿de qué estoy escapando?

Me estaba doliendo y mucho haber dejado a mi hermana atrás en ese horrible lugar al que debíamos llamar ''hogar'' por obligación, pero no, no seguiría pensando en eso, ahora mi nueva vida estaba a punto de comenzar y solo debía enfocarme en ello .

Había vagado por las calles durante horas, pero rápidamente esas horas se volvieron días , los días semanas y las semanas meses, comenzaba a extrañar lo suave de mi cama, pero a pesar de ello no pensaba volver a ese lugar nunca más.

Me encontraba en un callejón, devorando un pan con dulce de leche que me había dado una amable mujer que trabajaba en una tienda un par de calles más adelante, aquello era lo único que había probado en los últimos dos días y sentía que en cualquier momento podría llorar de la felicidad, y así fue. Con mis manos sucias y pegajosas continúe sirviéndome de aquel exquisito aperitivo, mientras las lágrimas caían y mi nariz moqueaba, de seguro lucia patético y horrible, mis ropas totalmente sucias , con algo de mal olor y un cabello largo que pasaba mis hombros. Fue en ese momento que sentí unos pasos que venían en mi dirección, intenté no darle demasiada importancia, pero al levantar mi mirada un chico rubio y de unos ojos verdes hermosos se encontraba observándome de una forma algo amenazante.

- Tu, luces patético. - Soltó una burlesca risa que me había molestado de sobremanera, pero no fui capaz de responderle, el simplemente se agacho frente a mi e hizo mis sucios cabellos hacia atrás.

- ¿Cómo te llamas? -

- Soy Ariel...-

-¡Hahaha! ¿Cómo la sirenita? ¿ O el jabón? que espanto de nombre¿ no quieres cambiarlo? Podría llamarte de otra forma... quizá ''Docky'' ya que luces como un pequeño perrito perdido, Bueno Docky, yo Soy Evan-

-....-

Solo baje la mirada, sintiéndome algo intimidado por la presencia del otro chico que no parecía ser mucho mayor que yo, el extendió su mano y me levanto del suelo, dirigiéndome una sonrisa amable pero que en el fondo sentía que esa era una fachada totalmente falsa y fingida.

- No tienes que preocuparte de nada, yo te cuidare desde hoy. -




>.....Fin del Flashback.....<


Me encontraba observando a Evan de forma severa, este parecía no prestarme atención y simplemente seguía en lo suyo, ya apenas podía contenerlo, las veces en las que perdía el control iban en aumento, mire de reojo al sujeto que ya hacia tirado en el suelo con la nariz sangrando para luego volver a observar al Rubio.

- ¡Joder Evan! no puedes partirle la puta cara a cualquiera que digas que te miro feo.-

- Sirenita ¡tú lo viste, ese tipo nos miró con asco solo porque estaba tomando tu mano!-

- Evan, a mí no me molesta para nada, ya estoy totalmente acostumbrado a ello,solo no logro acostumbrarme a que le partas la cara a cada pendejo que nos vea de esa forma.-

Bufe un tanto cabreado, me molestaba por completo que Evan siguiera actuando así a sus ya 24 años, los años pasaban y el permanecía como el crio de 15 años,continuamos discutiendo sobre ''La moralidad de porque no puede partirle la cara a cualquier imbécil'' pero de un momento a otro habíamos sido interrumpidos por los sonidos de las balas y los motores de las motos, Evan me miro sonriendo de forma sarcástica.

- Vaya, que hijos de puta más astutos... ya nos pillaron. -

Dijo divertido, como si esto fuera un jodido juego, antes de darnos cuenta yanos encontrábamos rodeados por un grupo de ''matones'' que nos apuntaban con sus Armas.

- Genial Evan, otra de tus brillantes ideas que termina siendo una total mierda.- Dije en tono algo molesto, pero a la vez divertido mientras rodaba los ojos. Evan me sujeto con brusquedad del brazo mientras susurraba '' Tu corres, yo los reviento '' mi cara demostró un total desacuerdo.

- Evan, date cuenta de la situación... no seas estúpido... -

- Si pequeña putita rubia, escucha lo que dice el gatito .- Una voz conocida resonó por todo el lugar, mientras Evan y yo miramos con asco al tipo que acababa de llegar, era Lyort, el mayor hijo de puta de la historia, era el líder de varios distritos de la ciudad en donde se comercializaba la droga y era una persona que imponía respeto a simple vista.

-¿Acaso creían que podrían escaparse de mi pedazos de mierda? - Vi cómo se me acercaba de forma peligrosa y sacaba una navaja del bolsillo de su elegante traje, puso sin vacilé el filo de esta en mi cuello y presiono, observe la cara de Evan, que lucía pálido y como si en cualquier momento fuera a explotar así que solo le sonreí, intentando decirlo '' Tranquilo, todo está bien'' .

- Muy bien putitas, necesito que hagan un nuevo trabajo para mí, ya saben de lo que hablo... si no lo hacen .. pues... bien conocen las consecuencias. - al finalizar esa frase hizo más presión con la navaja en mi cuello, a lo que Evan se exalto.

- Lyort, el trato ya termino... ya hicimos todo lo que pedías... ¿por qué no nos dejas en paz de una vez? - No era propio de Evan hablar con tanta propiedad, por lo que me extraño que no hubiera atacado a Lyort con una sarta de insultos. -

-¿Por qué preguntas? - Rio suave y burlesco.

- Porque saben mucho sobre nosotros, ya no hay manera de que puedan escapar de mí, me pertenecen. - Al finalizar de hablar quito la navaja y la puso nuevamente en su lugar, nos dio la espalda y se subió en el auto que lo traía,bajo la ventana trasera de este y nos sonrió.

-Mis hombres les darán los datos de la ''misión'' mucha suerte con ello. -

El chico rompe carasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora