Capitulo 4 Parte 2

102 6 3
                                    

            CAP 4 2/2

-Oye.- me decía mientras pasaba su mano derecha frente a mi cara.- ¿te encuentras bien?.- me preguntaba en un tono suave y con una cara de gran preocupación.

-Emm.. si.. si estoy bien.- contesté tratando de hacer que las últimas tres palabras sonaran bien firmes para disimular un poco mi nerviosismo y mi estúpido estado de ‘’shock repentino’’. Cosa que hizo que él se riera un poco, y haciendo un gesto negativo con su cabeza mientras miraba hacia un lado, como queriendo decir algo, y queriendo casi insinuar que le había causado gracia mi ‘’gran actuación ridícula’’ en ese momento.

-¿Qué es lo gracioso?.- pregunté seria, con el entrecejo fruncido y cruzándome de brazos mientras lo miraba fijamente.

-Hey hey, tranquila preciosa.- decía mientras levantaba sus manos como queriendo defenderse.-  yo no he dicho que algo me ha parecido gracioso.- afirmaba mostrando su hermosa sonrisa que me hipnotizaba y me hacía perder la razón.

-Bueno a mi me parecía otra cosa.- le dije mientras mantenía firme mi postura para que no notara mi debilidad ante él.

-Me parece que alguien perdió un neumático.

¿Cómo podía ser que alguien fuera  tan arrogante y tan apuesto a la vez? No me avasallé a mirarlo con una mirada más dura y penetrante con mis verdes ojos.

-¿Enserio? ¡No me digas!.- le dije sarcásticamente. Y justo en ese momento, cuando termine de hablar se quedo mirándome fijamente y levantó una ceja.

-Bueno... ya que eres tan lista… ¿Por qué no lo has cambiado aun?.

-Pues porque no he podido y justo has llegado tú a interrumpirme.

-Entonces si es así…- dio media vuelta para  regresar a su auto.

-¡Espera!.- le dije rápidamente para detenerlo, cosa que logré ya que no fue muy difícil de hacerlo.

-¿Sí?.- pregunto él con algo de curiosidad mezclado con picardía.-‘’ ¿A que está jugando este hombre conmigo?’’ comencé a preguntarme de pronto.

-Po..drías ayudarme a cambiar la goma ¿por favor?. En ese momento se volvió unos pasos con una leve sonrisa engreída como queriendo decir ‘’Lo sabia’’ y se arrimó lentamente hasta donde se encontraba el auxilio para poder cambiarlo. Después de todo el procedimiento, le di las gracias y me asomé a la puerta del coche ya listo para irme a casa.

-¡Un momento!.- me dijo algo… soberbio. Me resigné a darme vuelta y mirarlo con una cara que era muy notable que estaba aguantando las ganas de estrangular a aquel galán que estaba consiguiendo acabar con mi paciencia.

-Dime.- dije conteniendo la típica mezcla de emociones que me invadía por dentro.

-Me parece que alguien tiene que darme alguna recompensa.

    Este hombre sí que estaba pasando los limites, ¿No le bastaba con que tuviera que estar delante de él durante casi 30 minutos  tratando de controlarme por semejante y exuberante beldad que tenía delante de mis ojos y además tener que soportar su insolencia?. Me quede mirándolo incrédula, como si tratara de comprender a que se estaba refiriendo mientras sujetaba con una de mis manos la puerta del auto.

-Tranquila, no es para que te alarmes, solo quiero saber tu nombre. –me decía mientras me regalaba una seductora sonrisa.

-Sophie, me llamo Sophie.- y de esta manera sin más rodeos, decidí emprender el camino de vuelta a casa subiéndome al coche para darle marcha y luego dejar atrás a ese tan despampanante sujeto que había hecho que los humos se me subieran a la cabeza.

Juneau,  Alaska,  EE.UU.

Domingo, 25 de marzo de 2007.  10.30 p.m

 Ya habían pasado unas semanas desde aquel día tan fatigoso, el día que conocí a ese hombre que por cierto, como tonta que fui por mi gran estado de estupidez en el que estaba, le di mi nombre pero no pude a preguntarle el suyo por mi maldito orgullo de irme lo más lejos posible de su lado.

En cuanto llegué a casa, decidí a informarles a Charlie y a Kate todo lo sucedido con el automóvil.  Se asustaron un poco, pero no por el coche, sino, porque según ellos, temían de que pudiera llegar a pasarme algo en esa autopista estando yo sola. Y también se preocuparon porque llegué a casa a las 9 p.m.

La verdad que me hacía sentir muy bien ese cariño tan absorbente que ellos me brindaban, eran como mi segunda familia nos habíamos tomado una infinita confianza. Esto hacia que recordara a mis padres, claro que hablaba con ellos unas cuantas veces por semana cuando podía, para mantener el contacto como le había prometido a mamá, les comenté sobre Charlie y Kate, se alegró demasiado de que yo estuviera en un hogar con buena gente.

-¡Sophie!.- gritaba Kate desde las escaleras, mientras yo escuchaba algo de música y pintaba uno de los cuadros que estaba preparando para la gran exhibición.

-¡En un momento bajo!.- le contesté mientras apagaba el reproductor de música de mi iPod y ordenaba un poco todas las cosas que había utilizado. Una vez listo todo en menos de 5 minutos, decidí bajar y me dirigí a la cocina.- aquí estoy Kate.- dije con una gran sonrisa en mi rostro.

-¡Hay mi niña!, te pasas todo el día ahí metida, tienes que salir a distraerte un rato. – decía en un tono casi desesperante y suplicando. Yo solo reí.

-Lo sé Kate, pero sabes que tengo que preparar todos estos cuadros para dentro de 5 meses. Y además no puedes quejarte porque sabes que cada vez que me tomo un descanso voy hacia el lago a tomar un poco de aire fresco.- dije colocándome de espaldas a la mesa de cocina y apoyando las manos a mis costados en ella.

-Oye hija, te llamé porque necesito que me hagas un favor ¿puedes?.- dijo la simpática mujer de una forma suplicante mientras secaba una taza de café recién lavada.

-Mmm… no lo sé…- le contesté divertida y ella  me miraba con la misma cara de súplica.-  está bien, dime.

-Necesito que vayas hasta el centro de la ciudad  y me traigas algunas cosas para poder hacer el almuerzo. – me dijo de forma pacífica.- además, puedes ir buscando algún trabajo como tú querías en alguna tienda o algo.

-De acuerdo, si, es verdad, creo que ya debería distenderme un poco de la pintura e ir a buscar algún trabajo por allí.- y luego de decir eso decidí coger las llaves del Nissan de Charlie y mi abrigo que estaba colgado detrás en el apoya abrigos detrás de la puerta de entrada.- Kate, ¿no has visto a Charlie?.- pregunté mientras estaba al lado de la puerta lista para partir.

-Hasta hace un instante me dijo que iría a tomar un poco de aire libre al lago. ¿Por qué no vas a verlo antes de irte?

-Tienes razón, ahora mismo iré a verlo antes de ir a la ciudad.  No me tardo Kate. Dije mientras cruzaba la puerta.

-¡Cuídate mi niña!.- Alcancé a escuchar la voz de Kate mientras cerraba la puerta.

 ---------------------------------------------------------------------------------------------------

Ya se que dije que iba a subir el capitulo mas temprano pero me surgió un pequeño problema y no pude asique aquí esta :) espero que lo hayan disfrutado

Señales del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora