Epilogo

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Amanda sostuvo su café en una mano mientras que en la otra sostenía el periódico. Absorta en la historia principal de aquella llamativa portada. Una pareja de esposos aparecían tomados de la mano mientras la chica estaba acostada en una camilla de hospital.

"... Después de quedar atrapados en medio de una confrontación de bandas rivales Alejandra Suarez, de veintisiete (27) años y Thomas Fisher de veintinueve (29) años aseguran que un grupo de jóvenes compuestos por dos chicas y dos chicos le concedieron el perdón salvándole así la vida. ¿Estamos acaso en presencia de un grupo que se sienten divinidades...?"

Su corazón empezó a acelerarse, dejando de lado su café y periódico giro lentamente la cabeza al final de la cafetería, justo allí sentado como esperando la mirada de ella estaba el hombre que antes le había hecho la pregunta más mórbida que jamás le habían hecho y le sonreía sabiendo lo que por sus pensamientos pasaba. Ella había juzgado a esas personas, decidiendo quien muere y quien vive.

— Disculpe señorita —Carraspea el mesero llamando la atención de Amanda— El hombre de aquella mesa le manda esto —Señala rápidamente al final de la cafetería dejando sobre la mesa un pedazo de papel doblado en dos. Apenas el papel tocó la mesa el chico se retiró.

Sus manos templaron y el papel en estas también, sus ojos empezaron a humedecerse. Se sentía frágil, indefensa y sola. Puso en alto el papel y le abrió leyendo lo escrito. Su corazón dio un vuelco cuando termino de leer la frase, el pedazo de papel termino en el suelo. No consiguió levantarse cuando ya el hombre estaba sentado frente a ella con la misma sonrisa de antes.

"¿Mereces el perdón?"

Cadaveria. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora