Eris Morn. de Thikus Londlord

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Era tu luz en la profunda oscuridad,

semilla de esperanza por el mañana,

que nacerá bajo el velo de tu mirada

magia consagrada por artes de guerra.


Fuera entre las grietas del crepúsculo

donde tu nombre dejaría su leyenda,

como herida de las que nunca cierran,

se ha quedado en tu piel la respuesta.


Pero, ¿dónde están los guardianes

que han bajado contigo al infierno?,

lucharon a tu lado y después cayeron

devorados por la plaga de la colmena:


Ya nada queda...


Un altar de luna para la más pura luz del viajero,

espectros que se han perdido entre las tinieblas,

sangre de la guardia sobre el filo de la espada;

de encantada misantropía atravesando tu alma.


Dama corrompida por susurros de la sombra,

te nombra el dios que ha poseído tu corazón

con el eco eterno de la cantora de la muerte,

que te consume por dentro y rompe tu mente.


Dejo un vacío latente que desgarra el corazón,

y poco a poco fueron apoderándose de tus ojos,

los abismos necróticos; como ventanas astrales

hacia las más terribles pesadillas del universo.


Y de allá, donde la oscuridad es tan íntima,

que nace de los sentimientos más sinceros;

mira lo que está adentro de ti atentamente,

acaba con las sombras propias del corazón:


Antes de que se vuelvan tangentes.

 

Musas de papel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora